La oposición en Turquía demanda que se repita el referendo del domingo

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. / Twitter
Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. / Twitter

La consulta realizada el fin de semana delegó todos los poderes a Recep Erdogan en medio de sendas acusaciones de fraude electoral.

La oposición en Turquía demanda que se repita el referendo del domingo

Recep Tayyip Erdogan celebró eufórico el resultado del histórico referendo con el que Turquía prácticamente votó para convertirlo en dictador. La consulta está bajo sospechas por su veracidad y legalidad. La oposición turca incluso ha cuestionado deliberadamente la legitimidad del proceso del referendo, que se definió con un 51.4% contra 48.6% del y el no, respectivamente, a la reforma constitucional impulsada por Erdogan y los suyos.

"El sistema presidencialista ha nacido muerto, no puede aplicarse a Turquía", ha dicho Yasemin Öney Cankurtaran, segunda del Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco), partido cabeza de la oposición. "El Estado utilizó todos los medios a su disposición. Se cree que gastó cerca de 1.000 millones de dólares. En los últimos dos meses -el despacho de Erdogan- ha gastado el 75% de los fondos reservados que tiene adjudicados y tenemos serias sospechas de que ese dinero se ha dedicado a la campaña. Y pese a todos los fraudes que han cometido sólo han conseguido una ventaja del 2 %. En estas condiciones y con este margen, tratar de imponer un sistema presidencialista es algo que carece de legitimidad", prosiguió la dirigente.

En la misma línea se expresó Bülent Tezcan, otro de los altos mandos del mismo partido, aunque también subió el tono al asegurar que la única opción que tiene la Comisión Electoral Suprema (YSK, por sus siglas en turco), es de "anular el referéndum" y zanjar de esa forma todos los cuestionamientos a la credibilidad del mismo, que han llevado a los turcos a un estado de efervesencia. Los líderes opositores alegan que la autoridad electoral dio por válidas incluso aquellas boletas que no tenían el sello de su logo al momento de ser entregadas a los votantes.

Las boletas en cuestión fueron aceptadas por solicitud del AKP, formación islamista en el poder, al momento en que se iniciaba el conteo de votos, por lo que Kemal Kiliçdaroglu, mandamás del CHP, acusó que las reglas del juego cambiaron en plena disputa. "Esta decisión mina una importante salvaguarda y contradice la ley que indica explícitamente que este tipo de votos (sin sellar) deben ser considerados nulos", explican los observadores internacionales enviados por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), quienes tuvieron a su cargo la supervisión de esta consulta. La aseveración no ha gustado al presidente, quien invitó a los observadores a "mantenerse en su lugar", acusándoles así de opinar en temas que escapan a su jurisdicción.

"No queremos y no tenemos en cuenta cualquier informe que ustedes puedan preparar", dijo Erdogan en referencia al informe que los observadores redactan para la OSCE. "¡Primero, manténganse en su lugar!", les había dicho instantes antes desde su tribunal del palacio presidencial en Ankara, capital del país, cita la agencia AFP.

En esas, Sadi Güven, presidente de la Comisión Electoral Suprema, ha hecho de menos las quejas de los líderes opositores, asegurando que la decisión de valer las boletas sin el sello respectivo ya se había implementado en ocasiones anteriores. A la vez, aseguró que no es posible saber cuántos votos sin ese mismo sello fueron reconocidos. El CHP dictó que fueron 1.500 millones, en tanto que otro millón fue catalogado como "sospechoso". Los números son relevantes considerando que la diferencia final entre las dos opciones fue de 1.38 millones votos.

El Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), también ha cargado contra el oficialismo. "Impugnaremos el resultado de dos tercios de las urnas; nuestros datos muestran que ha habido una manipulación de un 3% al 4% de los votos", informó la formación kurda.

Los observadores de la OSCE también alegan de que el referendó no contó con un "marco legal" adecuado para su realización pues no cumplió con los estándares del Consejo de Europa. "El referéndum tuvo lugar en un ambiente político en el que las libertades fundamentales para un proceso democrático genuino fueron restringidas por el estado de emergencia por lo que las dos partes no tuvieron las mismas oportunidades", cita El País a Tana de Zulueta, responsable de esta misión. Así, la OSCE ha dicho que hubo aspectos en el momento de emitir el voto que fueron administrados de forma correcta, pero acusaron la falta de información "imparcial" respecto a las reformas que Erdogan propuso desde el prinicipio. El proceso de la consulta y la misma consulta fueron observadas por un séquito de 63 personas, integrantes de la misma OSCe y de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Entretanto, Mustafa Elitas, jefe en el Parlamento del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), ha dicho que la oposición debe "respetar los resultados", y aseguró que los cuestionamientos sobre la legitimidad de la consulta son una "falta de respeto" a la voluntad del pueblo turco. "No hay diferencia entre ganar 5-0 o 1-0 (como si se tratase de un partido de fútbol). Lo importante es que los tres puntos nos los hemos llevado nosotros", explicó.

El presidente de Turquía se ha convertido en la máxima autoridad de su país. Entre otras cosas, esta reforma constitucional le permitirá ejercer las tareas del Primer Ministro y gobernar a base de decretos, saltándose el Organismo Legislativo. La oposición local ha tomado las calles de sus principales fortines en todo el país y se anticipan más protestas iniciando desde este mismo lunes.

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