La oposición polaca exhibe fuerza en una marcha multitudinaria contra el Gobierno

Marcha en Varsovia, Polonia. / RR.SS.
Marcha en Varsovia, Polonia. / RR.SS.

Al menos 300.000 personas asistieron a una manifestación contra el Ejecutivo ultranacionalista tras la aprobación de una polémica ley para investigar la injerencia rusa.

La oposición polaca exhibe fuerza en una marcha multitudinaria contra el Gobierno

A unos cinco meses de las elecciones generales en Polonia el ambiente está polarizado. La oposición polaca ha liderado una multitudinaria marcha este domingo en las calles de Varsovia, contra el Ejecutivo ultranacionalista del partido Ley y Justicia (PiS), la formación oficialista a la que pertenecen el presidente Andrzej Duda y el primer ministro Mateusz Morawiecki, a la que han asistido al menos 100.000 personas, según datos de la televisión estatal polaca, controlada por el Gobierno.

La protesta masiva ha desbordado las expectativas de sus organizadores, pues fuentes policiales cifran la participación en 150.000 personas, los medios locales estiman unas 300.000, mientras que el Ayuntamiento capitalino en manos de la oposición liberal sitúa la afluencia en al menos un millón de asistentes., que se manifestaban contra la escalada de precios y la reciente aprobación de una polémica ley supuestamente para investigar la injerencia rusa en el Gobierno entre  2007 y 2022, pero que en la práctica pretende eliminar de la carrera electoral al ex presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, líder del principal partido de la oposición y primer ministro polaco desde 2007 hasta 2014.

La capital polaca ha albergado una ola de opositores al Gobierno del PiS, “contra el alto coste de la vida, el engaño y la mentira, y a favor de la democracia, las elecciones libres y la UE”. A la marcha que se han sumado organizaciones de la sociedad civil en defensa de la democracia, plataformas feministas y el colectivo LGBTIQ+. La manifestación ha contado con la participación de Lech Walesa, un histórico líder sindical y defensor de los derechos humanos que desafió abiertamente al régimen comunista, que fue elegido como presidente en las primeras elecciones parcialmente libres, en 1989. La celebración de la protesta ha coincidido este domingo con el trigésimo cuarto aniversario de ese hito.

 “Vamos a estas elecciones a ganar, a pedir cuentas a los culpables, a reparar los males cometidos y, en consecuencia, a reconciliar a las familias polacas. Y os hago una promesa: victoria, arreglo de los errores, reparación de los agravios y reconciliación”, ha proclamado el ex primer ministro Tusk, que aún no es el candidato oficial de su partido Plataforma Cívica (PO), pero que sale reforzado políticamente después de que el Gobierno lanzara en su contra una feroz campaña aunada con la aprobación de la ley para investigar sus presuntos nexos con Rusia.

Toques de atención a Varsovia desde Bruselas

El presidente Duda ratificó el lunes pasado una polémica ley que confiere competencias a una comisión para investigar a los mandatarios previos a la invasión de Ucrania, que fue recibida con amplio rechazo por la oposición y despertó las alertas de Washington y Bruselas inmediatamente supuestamente por ir dirigido hacia Tusk, que se erige como el candidato a las elecciones de octubre o noviembre por parte de la Coalición Cívica (KO), una plataforma de centro que incluye a su partido PO y otras tres pequeñas formaciones europeístas.   

Tusk es una figura incómoda en la política polaca, ya que causa rechazo tanto en la ultraderecha como en la izquierda, y ha sido acusado por el PiS por haber tenido mucha sintonía con la canciller alemana Ángela Merkel y al mismo tiempo con el Kremlin. La cita en las urnas todavía no tiene fecha definitiva, pero el dictamen de la comisión investigadora nombrada por el Parlamento de mayoría oficialista debería ser conocido el 17 de septiembre, una fecha que resulta lesiva para la oposición por quedar inmersa en la campaña electoral y porque coincide con la invasión soviética de 1939, cuando la Unión Soviética invadió Polonia dentro del pacto con la Alemania Nazi para repartirse el país en dos mitades.

Pero los toques de atención contra el Gobierno no tardaron en llegar por parte de la comunidad internacional, que tiene en la mira al Ejecutivo ultra por pasarse el Estado de derecho y por arrogarse competencias como las sanciones, y transferírselas a órganos sin facultad para ello. Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Matthew Miller, alertó la semana pasada que la ley aprobada por Polonia “podría usarse para bloquear la candidatura de políticos de la oposición sin el debido proceso”.

Desde Bruselas, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, dijo que las autoridades comunitarias estaban “preocupadas por la situación en Polonia con la creación por ley de una comisión que podrá privar a ciudadanos de su derecho a ser elegidos para cargos públicos; será posible sin revisión judicial”. Tras las críticas, el presidente Duda trató de calmar las aguas el viernes al presentar enmiendas de calado a la ley, pero las alarmas ya estaban encendidas.

Según las encuestas, el gobernante PiS lidera la estimación del voto con el 35 %, pero no tendría los suficientes apoyos como para gobernar en solitario, mientras que el centroderecha de Plataforma Cívica recibiría un 28 % de los votos, por lo que también deberá recurrir a pactos con otras formaciones para tener un Ejecutivo de coalición. Algunos partidos que podrían ser la clave para el poder son la coalición centrista de la Tercera Vía, con el 13 %, y el de la extrema derecha de Konfederacja Wolnosc i Niepodległosc (Confederación) con el 10 %. @mundiario

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