La oposición mexicana acusa de parcialidad al magistrado del caso de Robles

Felipe de Jesús Delgadilllo, juez mexicano. / Twitter
Felipe de Jesús Delgadilllo, juez mexicano. / Twitter
El juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna está emparentado con una senadora de Morena, excompañera de filas de la acusada.
La oposición mexicana acusa de parcialidad al magistrado del caso de Robles

Lo que parecía ser el primer golpe sobre la mesa para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se le ha volteado en apenas cuestión de horas. El primer gran escándalo de corrupción destapado por el Ejecutivo mexicano, que terminó con la captura de la exministra del Ejecutivo anterior Rosario Robles, se ha visto ensombrecido luego de que trascendiera de que el juez encargado de este caso es pariente de una senadora de Morena, partido oficial. Aquello ha levantado los rumores de que el magistrado actuó movido por motivaciones políticas y personales.

Felipe de Jesús Delgadillo Padierna envió a Robles el martes a un proceso por el delito de ejercicio indebido del servicio público, recuerda El País. Delgadillo ordenó también prisión preventiva para la exfuncionaria como medida cautelar ante el temor de que pudiera darse a la fuga, tal y como ya hizo Emilio Lozoya, exjefe de Petróleos Mexicanos, quien se encuentra en paradero desconocido tras no haber comparecido ante un juez por un caso en el que se le acusa de fraude. El togado también está encargado del caso contra Lozoya, mas no le corresponde juzgar ni sentenciar al ser un juez de control.

La prisión preventiva para la exdirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha sido mal vista por especialistas en derecho según medios de comunicación locales. Los imputados por este delito, el cual lleva a una condena de máximo siete años de prisión, pueden quedar en libertad mediante el pago de una fianza al no ser un delito de prisión preventiva oficiosa. Los abogados de Robles aseguran que su clienta ya había mostrado su buena fe al llegar dos veces a declarar ante el juez a fin de conocer la acusación que se llevaba en contra suya. La exministra deberá pasar dos meses en el Reclusorio Sur mientras los fiscales continúan la investigación y sus abogados trabajan en su defensa.

El jueves de esta misma semana, los abogados de Robles emitieron un comunicado acusando a Delgadillo de fallar con base en "razonamientos políticos y personales". "La prisión preventiva tiene que ser excepcional, de lo contrario la imposición de la misma violenta la presunción de inocencia". "Nos sentimos ofendidos por la parcialidad con la que actuó el 'juez' Delgadillo Padierna, quien... resolvió claramente fuera de todo contexto jurídico", agregaron en el texto.

Hace 15 años, Robles era una eminencia en la política de izquierdas de México, siendo un tótem del PRD. Entre septiembre de 1999 y diciembre del año siguiente, presidió el Distrito Federal tras el paso al costado de Cuauhtémoc Cárdenas, quien se dio de baja para ir por la presidencia del país. El ser gobernante de la capital no hizo sino acrecentar su figura.

No obstante, todo se vino abajo en 2004. En marzo de aquel año, la televisión local transmitió imágenes donde se veía a René Bejarano, uno de los ojitos de López Obrador, tomando dinero de las oficinas de Carlos Ahumada, un empresario argentino que fue contratista del Gobierno capitalino y que tenía un amorío con Robles. Aquel bombazo obligó a Bejarano a dejar su escaño en el Congreso local y eventualmente desapareció de la escena política general.

Bejarano está casado con Dolores Padierna, política izquierdista por antonomasia, militante del PRD y luego de Morena, partido con el que tiene un escaño en el Senado nacional. Esta senadora esta emparentada con el juez que ordenó la prisión para Robles, específicamente es su tía materna. No obstante, negó haber tenido influencia alguna en esta decisión. "Es un funcionario honesto que llegó a su cargo por méritos propios", publicó en su cuenta de Twitter.

La judicatura guarda silencio de momento respecto a esto, que ha ensombrecido un proceso judicial que tendrá bajo la lupa a varios funcionarios del Gobierno de Enrique Peña Nieto. La prisión preventiva para la exlíder izquierdista fue tomada como buena por la opinión pública. No obstante, el parentesco entre senadora y juzgador ha dado gasolina a la oposición para acusar todo esto de ser una cacería de brujas. @mundiario

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