La oposición en Bolivia niega en tromba que haya habido un golpe de Estado

Carlos Mesa, líder de la oposición en Bolivia. / Twitter
Carlos Mesa, líder de la oposición en Bolivia. / Twitter
Organizaciones civiles y partidos políticos aseguran que se ha exigido a Evo Morales su renuncia por una promesa que él mismo hizo.
La oposición en Bolivia niega en tromba que haya habido un golpe de Estado

Bolivia ha proseguido su espiral autodestructiva este lunes tras la renuncia sorpresa de Evo Morales el domingo. A Morales se unieron Álvaro García Linera, vicepresidente del país, así como la presidenta y primeros dos vicepresidentes del Senado, recortando así la línea de sucesión al poder. La batuta quedaría en manos de Jeanine Añez, tercera vicepresidenta de la Cámara, pero para sorpresa de todos, faltaba más, este lunes renunció al privilegio, asegurando que no quería aprovecharse de la protesta que dejó acéfalo al país.

Luis Fernando Camacho, líder de los autodenominados comités cívicos, había pedido la renuncia de todos los diputados del oficialismo, los cuales ocupan dos tercios de la Asamblea Legislativa. Si dan un paso al costado, la Asamblea no podría reunirse, por lo que se eliminaría así una salida institucional al caos en que se ha hundido Bolivia. Eso sí, Camacho defendió que lo que ha pasado en su país no es "un golpe de Estado", sino "resistencia civil pacífica" frente a un presidente que durante 14 años gobernó a sus anchas aun a expensas de la Constitucion. México había denunciado previamente justamente un golpe de Estado, algo que en Estados Unidos no se considera como tal y hasta se celebró la actuación del Ejecutivo porque ha ayudado a "preservar la democracia".

Camacho agregó que la movilización fue pacífica en todo momento y que si se llegó a pedir el paso al costado de Morales fue porque éste había dado su palabra de hacerlo si su Gobierno causara la muerte de algún boliviano, lo cual sucedió con tres manifestantes opositores en pleno conflicto que llevó a la renuncia del mandatario. Esta vez, el líder cívico pasó de sugerir de nuevo la formación de una "junta de Gobierno" y, en lugar de ello, aseguró que la transición a un nuevo Ejecutivo deberá ser "democrática y constitucional".

De momento se sabe que diputados de todo el país se desplazan hacia la capital para reunir la Asamblea Legislativa, el órgano encargado de dar el visto bueno a la renuncia de Morales y elegir a un sucesor momentáneo.

Mientras tanto, la oposición, con el candidato presidencial Carlos Mesa, está trabajado de forma intensa para congregar a la Asamblea al tiempo que peina opciones para darle una salida lo más institucional posible al caos. Mesa se presentó ante la prensa a fin de pedir que se dejara en paz a los diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS), dado que su presencia en el Legislativo debe dar una "salida democrática del país". De igual forma apuntó que lo sucedido estos días en Bolivia no es "un golpe de Estado, como dicen los medios internacionales. Morales dejó el gobierno porque ya no podía conducir el país, porque la población le había negado su apoyo. Los militares se limitaron a no enfrentarse con el pueblo”.

Morales no ha abandonado Bolivia de momento, aunque eso es porque no encontró la pasada noche una forma de hacerlo. Yuri Calderón, comandante de la Policía, rechazó que la institución estuviera persiguiéndolo, aunque los agentes siguen amotinados y se niegan a abandonar sus cuarteles. Morales denunció desde su perfil de Twitter que la policía se ha rebelado y están reprimiendo "con balas" a la población de El Alto.

Otros presidentes, quienes ya fueron acosados por la población antes y después de la renuncia del presidente, se han escondido y, eventualmente, la mayoría termina escapando. Hasta unos 20 han encontrado asilo en la Embajada de México en el país, en tanto que Carlos Romero, ministro de Gobierno, lo ha hecho en la de Argentina.

Los agentes de la policía siguen en actitud de desobediencia y demandan la renuncia de Calderón, quien ocupa su puesto por nombramiento de Morales. Un grupo de oficiales dio a conocer que ya había renunciado, que volverán a sus labores, que no se dejarán instruir por directrices políticas, que elegirán al nuevo comandante de forma democrática y exigieron a Mesa que pida perdón a la institución por las críticas que lanzó durante su reciente campaña electoral. Otros policías, por su parte, dijeron que se mantendrían en huelga en tanto no haya nuevo Gobierno y puedan recuperar atribuciones perdidas, como identificaciones y licencias de conducir, y que sus salarios sean los mismos que los del Ejército. @mundiario

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