La oposición acusa al Gobierno de hacer campaña con la exhumación de Franco
La derecha ha cargado contra el PSOE y contra el Gobierno directamente por aprovechar la exhumación de Franco para hacer campaña. Los partidos no se han preocupado en mostrar solemnidad ante tal evento y han cargado contra el oficialismo por el hecho de que éste tome este suceso histórico para el país y lo convierta en material electoral de cara a los comicios del 10 de noviembre. Santiago Abascal, líder de Vox, dijo que el Gobierno pretende dividir a los españoles y que el siguiente pasó será "derroca a Felipe VI".
No obstante, del otro lado del espectro, esta exhumación es un lavado de cara para la democracia de España. Tanto el presidente, Pedro Sánchez, como la vicepresidenta, Carmen Calvo, lo han expresado así. Los dos jefes del Eejcutivo nacional dieron su palabra de conseguir la retirada de los restos del dictador del Valle de los Caídos y han cumplido su palabra. Sus comparecencias y hechos fueron respaldados por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien fue el primero en reconocer a los republicanos y perdedores de la Guerra Civil, que terminaron perseguidos y en el ostracismo. Zapatero fue quien propuso la ley de memoria histórica, la cual ampara el decreto para la exhumación.
“Hoy es un día en el que la democracia española va a ser más perfecta”, dijo Rodríguez Zapatero a la SER. "Nadie puede oponerse racionalmente", añadió. El exgobernante también recordó que pese a este día histórico, todavía hay "decenas de miles" de personas que siguen desaparecidas o sin identificar.
Eso es lo que ha solicitado Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos. Iglesias destacó que lo de este jueves es apenas un primer paso, puesto que quedan pendientes miles de víctimas que no han recibido un entierro digno. Pese a ello, su demanda ha sido que se pospusiera la exhumación hasta después del 10 de noviembre a fin de evitar beneficios electorales para el Gobierno. Pedro Sánchez respondió tajantemente a esto. "Me produce cierta pena que alguna izquierda viva este hecho como una derrota cuando es una gran victoria de la democracia española”, señaló el presidente en funciones durante un acto oficial en La Moncloa.
Y del otro lado están el Partido Popular y Ciudadanos. Los conservadores han pasado casi desaparecibidos de hablar del tema por ser un "acto de propaganda". Su jefe, Pablo Casado, ha dicho que no gastará "un minuto en hablar de lo que pasó hace 50 años", pues considera que se trata de una historia "felizmente superada", y elogió que tanto Felipe González como Alfonso Guerra "en ningún momento" abrieron las viejas heridas.
"En 2019 por qué no hablamos de educación, sanidad y pensiones", criticó por su parte Albert Rivera. Eso sí, cuando menos destacó de que no quiere dictadores "ni vivos ni muertos".
Vox no fue capaz de resistir la tentación y habló distendidamente del evento mediante su máximo líder, Santiago Abascal. Abascal advirtió de que el Gobierno "quiere enfrentar a los españoles" y que su idea es "deslegitimar la Transición, deslegitimar la Corona, derrocar a Felipe VI y derribar la cruz del Valle de los Caídos", según recoge RNE. Desde Twitter prosiguió con su diatriba: "El carroñero de La Moncloa ha iniciado una campaña de odio". @mundiario
