La ONU advierte sobre la situación en Nicaragua y pide acciones inmediatas

Marcha en Nicaragua. Twitter @ParidoNicaragua
Marcha en Nicaragua. / Twitter @ParidoNicaragua

Las Naciones Unidas expresan que las autoridades nicaragüenses y grupos armados vinculados al Gobierno han cometido actos inhumanos contra los manifestantes que están en contra del presidente Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo.

La ONU advierte sobre la situación en Nicaragua y pide acciones inmediatas

“La represión y las represalias contra los manifestantes prosiguen en Nicaragua, mientras el mundo aparta la vista”, dijo el alto comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Zeid Ra’ad al Hussein, en un comunicado. La Organización de Naciones Unidas lanza un mensaje tajante expresando que las autoridades nicaragüenses y grupos asociados al Gobierno ha cometido abusos, matado, violado y torturado a los manifestantes contra el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.

El reporte de la ONU expresa que la policía y las Fuerzas Armadas se han movilizado con la intención de matar a los manifestantes y no contenerlos, como sería lo usual.

En Nicaragua se ha suscitado una ola de represión que ha dejado un saldo de más de 1.000 heridos y 300 fallecidos. Las informaciones de la ONU hablan de ejecuciones extrajudiciales, intimidación feroz de parte de grupos paramilitares y detenciones arbitrarias.

Este es uno de los últimos actos que tendrá Al Hussein que deja el cardo en la expresidenta chilena Michelle Bachelet. El alto comisionado pidió a la comunidad internacional y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU actuar rápidamente para evitar que la situación del país siga degenerándose.

A juicio del experto, las medidas que sean adoptadas “deberían velar por la plena exigencia de responsabilidades en relación a las violaciones y los abusos de derechos humanos, así como garantizar el acceso eficaz de las víctimas a la justicia”.

Por su parte, Ortega asegura que no se ha excedido con el uso de la fuerza contra los manifestantes y expresó que el informe de la ONU “es parcializado y sesgado con afirmaciones subjetivas”. También aseguró que las manifestaciones no son unas protestas sociales, sino un intento de golpe de Estado por parte de los “grupos interesados en la desestabilización y ruptura del orden constitucional”.

Las protestas en Nicaragua comenzaron el pasado abril a causa de los cambios que el mandatario quería implementar en el sistema de seguridad social y la poca respuesta de las autoridades para contrarrestar los incendios forestales hacía el sur del país. Las demandas contra el régimen han ido creciendo hasta llegar a afectar a miembros de la Iglesia nicaragüense que servían como mediadores en el conflicto hasta que exigieron que el Gobierno de Ortega se hiciese responsable de las muertes que ha causado la represión.

El reporte de la ONU expresa que la policía y las Fuerzas Armadas se han movilizado con la intención de matar a los manifestantes y no contenerlos, como sería lo usual. También señalan la presencia de grupos paramilitares que describen como “elementos armados bien entrenados y dotados con vehículos, equipo y armas militares, incluyendo armas de alto calibre como el AK-47 y fusiles de francotirador Dragunov”. Además aseguran que estas personas suelen actuar en complicidad con las autoridades policiales que los escoltan.

Las informaciones de la ONU hablan de ejecuciones extrajudiciales, intimidación feroz de parte de grupos paramilitares y detenciones arbitrarias.

Asimismo, el informe asegura que las fuerzas en contra generalmente se movilizan de forma pacífica y solo emplean la violencia cuando son reprimidos. Detallan que el choque se produce por parte de las fuerzas de seguridad. Las personas que son arrestadas durante las protestas luego aparecen con quemaduras, son electrocutadas o atacadas con alambres de púas, algunos incluso aseguran haber sido estrangulados hasta casi la muerte, informaciones que la oficina del Alto Comisionado ha corroborado. Los detalles más alarmantes señalan que tanto hombres como mujeres han sido violados con rifles y otros objetivos; y son comunes las amenazas de violación sexual contra los detenidos.

Los disidentes enfrentan la persecución del Gobierno, según el informe donde también señalan que se enfrentan a despidos injustificados, intimidación y otras formas de manipulación para evitar que se revelen. La situación de Nicaragua alerta a toda la región de América Latina que también lidia con la crisis de Venezuela, desatando un éxodo sin precedentes de parte de ambas naciones. Actualmente, unos 25.000 nicaragüenses han solicitado asilo en Costa Rica, donde la población se encuentra dividida entre la ayuda humanitaria y la xenofobia@mundiario

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