Una oleada de drones alcanza edificios de Moscú poco después de un ataque en Kiev
El Ministerio de Defensa de Rusia cifra el número de aeronaves no tripuladas en ocho, que habrían sido neutralizadas en el aire, mientras Kiev es arrasada con drones iraníes.
Una oleada de drones ha golpeado este martes la capital rusa, Moscú, pocas horas después de que se produjera uno de los más recientes y cada vez más regulados bombardeos aéreos rusos sobre Kiev. Esta ofensiva abre un nuevo e inesperado capítulo dentro de la guerra en Ucrania, en el que los ataques también llegan a territorio ruso después de más de un año de combate sobre suelo ucraniano.
Moscú ha despertado con la noticia de que casi una decena de aviones no tripulados impactaron contra varios edificios residenciales, casi sin dejar daños graves ni fallecidos, en el suroeste de la metrópoli rusa. El Ministerio de Defensa de Rusia ha cifrado el número de drones en ocho, aunque hay discrepancias entre medios de comunicación locales que aumentan su número, y ha acusado a Kiev de estar detrás de este ataque “terrorista”.
Al menos dos personas han tenido que recurrir a asistencia médica, aunque nadie ha resultado herido de gravedad, según el alcalde de la capital, Serguéi Sobianin. “De acuerdo con la información de los servicios médicos de la ciudad, ninguno de los vecinos de las viviendas dañadas por los aparatos aéreos no tripulados resultó gravemente herido”, ha dicho el regidor en sus redes sociales, según recoge El País.
La cartera de Defensa ha dicho que en la acción se han detectado hasta ocho aparatos no tripulados de ala fija, y que alrededor de tres de ellos han sido interceptados en el aire con medios de defensa radioeléctrica, mientras que el resto fue derribado con sistemas de misiles y artillería antiaérea Pantsir-C. Sin embargo, al menos dos bloques del extremo suroeste de la ciudad han sido golpeados por los artefactos.
Ofensivas en suelo ruso
La oleada de drones que azotó Moscú, según El País, cayó muy cerca de la residencia oficial del mandatario Vladimir Putin en Novo-Ogariovo y del barrio de Rubliovka, donde vive buena parte de la élite cercana al Kremlin. Además, el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov, ha informado de que “varios drones fueron derribados al acercarse a Moscú”.
La ofensiva abre un nuevo capítulo en la guerra, aunque Moscú ya percibió ser consciente de que no está exenta del conflicto y que no se trata de un combate alejado desde que un par de drones sobrevolaron y fueron neutralizados sobre el tejado de uno de los edificios del Kremlin, justo en las vísperas del Día de la Victoria, hace dos semanas. Rusia también sintió las incursiones de grupos de voluntarios nacionalistas anti-Kremlin en Belgorod la semana pasada.
Ahora, el Kremlin apunta a Kiev de estar detrás del ataque con drones, pero el Gobierno ucraniano ha negado tener cualquier implicación en ello. “Los observamos (los ataques) con mucho gusto y pronosticamos que irán en aumento, pero desde luego no tenemos relación directa con ellos", ha indicado el asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak.
La ofensiva contra Moscú se ha producido pocas horas después de que Rusia se cebara por tercera vez en menos de 24 horas contra Kiev, precisamente una nueva oleada de bombardeos aéreos en la madrugada de este martes. Un total de 20 naves no tripuladas tipo Sahed fueron destruidas en el aire, aunque otras tantas impactaron nuevamente en edificios residenciales, asesinando a una mujer que estaba en un balcón e hiriendo a otras 13 personas más.
