La ola de violencia y muertos aumenta por los disturbios en Sudáfrica

Sudáfrica sigue en crisis social. / Twitter.
Sudáfrica sigue en crisis social. / Twitter.
Las protestas contra el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma siguen en aumento. Más de 580 personas han compadecido ante tribunales por estos actos. 
La ola de violencia y muertos aumenta por los disturbios en Sudáfrica

La crisis social se agudiza en Sudáfrica. La ola de violencia desatada por el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma (2009-2018), acusado de desacato judicial y corrupción, por 15 meses, sigue aumentando la cifra de fallecidos que asciende a 276. En las últimas horas se reportó 61 víctimas más. 

“La estabilidad continúa reinando en las provincias de Gauteng y KwaZulu-Natal (las dos regiones afectadas por los disturbios)”, afirmó en una rueda de prensa Khumbudzo Ntshavheni, la ministra en funciones de la presidencia de Sudáfrica. En referencia a los fallecidos, indicó que 234 vienen de la primera provincia, y los restantes 42 de la segunda provincia. 

El Gobierno sudafricano ha informado, además, que más de 580 personas han compadecido ante tribunales en relación con los disturbios. El portavoz de Autoridad Nacional de la Fiscalía en Gauteng, Phindi Mjonondwane, explicó que 628 sospechosos se enfrentan cargos de “violencia pública, robo, daño intencional a la propiedad”.

La ola de violencia ha generado que las autoridades sigan evaluando los millonarios daños -que incluyen daños extensos en centros comerciales, fabricas y almacenes, pequeños negocios e incluso escuelas- y las herramientas de auxilio económico para los afectados. De igual manera, la policía continúa con sus operaciones para recuperar los bienes robados.

Las protestas surgieron a raíz de la detención de Zuma, quien es se le imputan cargos de asociación ilícita, corrupción, lavado de dinero y fraude tras cerca de 800 operaciones fraudulentas relacionadas con un acuerdo de armas millonario firmado a finales de la década de 1990 con la empresa francesa Thales. 

Sin embargo, sobre Zuma también yace la famosa “Captura del Estado”, una investigación en la que se le acusa de orquestar durante su gobierno un entramado corrupto que atravesaba todo el aparato público para beneficiarse, a otros altos cargos y a empresarios afines. 

Ahora bien, más allá de la detención de Zuma, las protestas en Sudáfrica han provocado que otros temas se pongan en debate como la extrema desigualdad, el desempleo, los elevados niveles de criminalidad general en el país y el malestar por la pandemia de la Covid-19. @mundiario

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