Todo vale, cuanto peor mejor, tergiversar, ocultar, totum revolutum
Manual de prácticas del comportamiento y la actitud políticas ante algunos temas trascendentales para España.
Asistimos estas últimas semanas a la puesta en práctica de algunas de las reglas que rigen la política: todo vale; pasar el borrador sobre la memoria o no borrar ciertas sucesos, en función de lo que conviene en cada momento; la oposición se atiene siempre al clásico cuanto peor, mejor; todo está mal, si lo hace el Gobierno de turno.
Otras reglas serían: responder, cuando te preguntan, saliéndose por los cerros de Úbeda, sacar la gente a la calle o usar el “totum revolutum”. Objetivo: recabar, supuestamente, votos para la alforja.
Las calles y plazas de España se llenan, día sí y día también, más por demérito de unos que por mérito de los otros, de gente aleccionada por quienes saben muy bien lo que “juan español” quiere oír –no digo escuchar.
Pongamos algunos ejemplos. Manifestaciones a favor de “los manteros”, aprovechando la triste noticia de la muerte de uno de ellos, desvirtuando la realidad del suceso y olvidando a los verdaderos culpables –quienes negocian a su costa- y a los comerciantes.
Los pensionistas estamos siendo utilizados vilmente.
¿Por qué no se dice que durante muchos años se cobraba/pagaba una parte del salario fuera de nómina para pagar menos seguridad social e impuestos? ¿Alguien dice a los pensionistas que hay muchas pensiones no contributivas, basadas en la solidaridad del sistema?
¿Alguien les dice que el sistema de cuotas de la seguridad social permite adherirse a una base más alta cuando se aproximan los años mínimos de cotización para acogernos a una base superior?
¿Por qué no se dice claramente que sin rescate bancario los depositantes hubieran perdido una parte de sus ahorros?
¿Por qué no reconoce el Gobierno su compromiso de que “el rescate bancario no tendría coste para los españoles”?
Quizá la mayor incongruencia sea la voluntad de la mayoría de los parlamentarios de suprimir la prisión permanente revisable, en contra de encuestas y manifestaciones de quienes les votan. Algún dirigente político ha dicho que la “gente” no siempre tiene razón –sí la tiene, naturalmente, cuando les vota a ellos-; ellos se encargan de interpretar la voluntad popular. @mundiario
