¿Qué está ocurriendo entre Donald Trump y los jugadores de la NFL?

Donald Trump, presidente de Estados Unidos. / Twitter
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. / Twitter

El presidente de Estados Unidos ha vuelto a atacar a los deportistas este martes, pero ¿qué fue lo que dio pie a esta insólita guerra? Te presentamos las claves del asunto.

¿Qué está ocurriendo entre Donald Trump y los jugadores de la NFL?

Donald Trump o como convertirse en el enemigo del mundo. El polémico presidente de Estados Unidos no solo le ha declarado la guerra a Corea del Norte, a los inmigrantes, a los musulmanes o a los medios de comunicación. En la lista negra del mandatario también ha entrado el sector deportivo de la mano de los jugadores de la National Football League (NFL).

Desde hace algunos meses el inquilino de la Casa Blanca se ha dedicado a repartir insultos y amenazas contra los deportistas de la mayor liga de fútbol americano profesional de la nación norteamericana. Pero las ofensas no han sido todo. El magnate neoyorquino ha decidido llevar la batalla al extremo e incluso ha sugerido a los responsables de la NFL que suspendan a quienes se toman el atrevimiento de criticarle o ir contra su voluntad. Pero ¿cómo es que hemos llegado hasta este punto? ¿Qué es lo que hay detrás de este drama?

 

Si regresamos un poco en el tiempo y revisamos la historia reciente, las noticias indican que todo comenzó en el mes de septiembre, cuando el mandatario republicano llamó “hijos de puta” a los jugadores que se arrodillan durante el himno nacional estadounidense. Este movimiento ha surgido como una forma de protesta contra el clima de intolerancia que vive el país, como la violencia policial y sistemática contra los negros y otras minorías en EE UU.

La iniciativa fue puesta en marcha por el quarterback norteamericano Colin Kaepernick a principios de la temporada 2016, y fue ganando adeptos sobre la marcha, a pesar de que el hoy agente libre, en su momento, tuvo que lidiar con fuertes críticas por su gesto, calificado como una “falta de patriotismo”. Luego, el asediado Trump metió su nariz en el asunto y desde entonces no hubo vuelta atrás.   

 

 

Tras sus primeros insultos contra los atletas profesionales, el presidente continuó su batalla con los jugadores, alentando un boicot contra la NFL y dejando claro que desde su perspectiva, un “simple” gesto para hacer frente a uno de los mayores problemas de la nación resulta más molesto que el problema en sí: la desigualdad racial. “Esto no tiene nada que ver con la raza. No he mencionado nada sobre la raza. Esto sólo es cuestión de respeto por nuestro país y nuestra bandera”, defendió Trump.

Pero sus declaraciones, lejos de intimidar, dieron unos resultados contundentes: los jugadores reivindicaron su derecho a la libertad de expresión basados en la Primera Enmienda y volvieron a arrodillarse en cuanto pudieron, los dueños de los equipos expresaron su apoyo a sus deportistas y el comisionado general de la NFL, Roger Goodell, condenó los “comentarios divisivos” del republicano. Ese fin de semana unos 200 jugadores se hincaron, sentaron o levantaron sus puños durante el himno nacional.

Y al revuelvo se sumaron más tarde decenas de artistas y celebridades, bautizando el movimiento como #Takeaknee y revolucionando las redes sociales contra el inquilino de la Casa Blanca. El elenco de la serie Anatomía de Grey, la pareja protagónica de Expediente X, el reparto de Star Trek; cantantes como el legendario Stevie Wonder, Pharrell Williams y John Mayer; la presentadora Ellen DeGeneres; los actores Olivia Wilde, Lena Dunham, Samuel L. Jackson, Mark Hamill, Zoë Kravitz y America Ferrara; y la escritora JK Rowling, fueron algunas de las personalidades que apoyaron la iniciativa.

Pero la realidad es que la política divisora de Donald Trump parece estar lejos de ser enterrada. El mandatario republicano insiste en atacar a todo aquel que se plante en su contra y ha dejado claro que no pretende desprenderse de la peculiar estrategia que lo llevó directo al Despacho Oval: desempolvar los viejos fantasmas sociales de EE UU, y reavivar el nacionalismo, las tensiones y los estereotipos sociales para ganar puntos. @mundiario

 

 

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