Obama demanda a Donald Trump que contenga sus muestras de cariño a Putin

Barack Obama ha avisado a su heredero de la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, de que el presidente ruso Vladimir Putin "no es de nuestro equipo" y de paso repitió que Moscú se entrometió en las últimas elecciones estadounidenses. Un adelanto de una entrevista concedida a la cadena local ABC permite ver a Obama haciendo referencia al informe publicado el jueves de esta semana por las agencias de inteligencia del país, en el cual repiten de que el Kremlin fue el encargado de orquestar los ciberataques perpetrados durante los comicios norteamericanos, lo que convierte al gigante europeo en una de las "grandes amenazas" para el país.

La intensidad de la intromisión rusa en el proceso electoral estadounidense del año pasado no tiene antecedentes, de acuerdo a lo dicho en el Senado por jefes de oficinas de espionaje. La audiencia también evidenció que los senadores republicanos no aprueban las constantes muestras de cariño que Trump envía a los rusos.

"Rusia es un ciberactor pleno que constituye una gran amenaza al Gobierno estadounidense y a sus intereses militares, diplomáticos y comerciales, así como a la infraestructura crítica y las redes de recursos clave", declaró James Clapper, Director Nacional de Inteligencia, secundado por Michael Rogers, encargado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), y Marcel Lettre, subsecretario de Defensa para Inteligencia. La amenaza rusa yace en "su ciberprograma altamente ofensivo y a sus sofisticadas tácticas, técnicas y procedimientos", aclaraon ante el Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara Alta. Los tres reiteraron que están seguros que tan solo el Kremlin pudo ser capaz de aprobar estas actividades, algo que no se han cansado de repetir desde octubre.

La entrevista en su totalidad será transmitida el día domingo durante el programa This Week. En la misma, Obama habla por primera vez del informe de manera explícita. "Lo que es cierto es que los rusos tenían la intención de entrometerse y se entrometieron", confiesa el mandatario.

El demócrata considera que una de las cosas más alarmantes es el hecho de que parece que en el Partido Republicano se está popularizando la fe en Putin al tiempo que disminuye la misma hacia los del Partido Demócrata. "Hemos visto últimamente que muchos republicanos, expertos o analistas de las televisiones por cable hacen comentarios en los que parecen confiar más en Vladímir Putin que en sus compatriotas simplemente porque esos compatriotas son del partido demócrata. Eso no puede ser", se queja. "Debemos recordar que (republicanos y demócratas) estamos en el mismo equipo. Vladímir Putin no es de nuestro equipo", añade.

Este nuevo tiroteo verbal se abre a dos semanas de que el empresario neoyorquino tome posesión, en una ceremonia programada para el 20 de enero. Trump ya recibió el documento completo, clasificado, en una reunión con los jefes de las agencias de Inteligencia, quienes no estaban autorizados a darle esta información sino hasta ahora. Tras la reunión, el republicano continuó en su negativa de culpar al Kremlin como un elemento clave en su victoria electoral, aunque sí reconoció que era factible que Moscú se haya encargado de los ataques.

"Aunque Rusia, China, otros países, grupos y personas externas estén intentando irrumpir en la ciber infraestructura de nuestras instituciones gubernamentales, negocios y organizaciones, incluido el Comité Nacional Demócrata, esto no tuvo ningún efecto en el resultado de las elecciones, incluido el hecho de que no hubo alteración alguna con las máquinas de votación", apuntó Trump.

Las filtraciones más relevantes del proceso electoral se dieron durante el verano pasado, cuando se revelaron correos electrónicos de integrantes del Partido Demócrata, en los que se evidenciaba sus maniobras para amañar el proceso en beneficio de Hillary Clinton, y por consiguiente en perjuicio de Bernie Sanders. El lío obligó a la presidenta del Comité Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, a renunciar. Meses después, Wikileaks también hizo públicos una serie de correos de John Podesta, jefe de campaña de la exprimera dama, que mostraban serias contradicciones de la campaña del partido.

Todo el terremoto diplomático entre ambos partidos ha llevado a Obama a sancionar a Rusia. Sus medidas dejan en una encrucijada a Trump a no ser que éste acepte responsabilizar a Rusia. El jueves, James Clapper fue rotundo ante el Congreso: "Solo los más altos responsables de Rusia podrían haber autorizado los recientes robos y filtraciones de datos relacionados con las elecciones, en vista del alcance y sensibilidad de los objetivos". Las ramas llegan hasta el partido conservador, en donde hay un enfrentamiento abierto entre a quienes Rusia les cae bien y quienes no concuerda con la simpatía que se traen Trump y Putin. @hmorales_gt