“Nunca habrá referéndum de autodeterminación en Cataluña”

Esta frase tajante de negativa ha sido pronunciada categórica y solemnemente por el presidente del Gobierno español durante la sesión del Congreso del este último día de junio. Pero la que se reproduce aquí pertenece a la intervención del portavoz de ERC en el Parlamento, Gabriel Rufián. La ha pronunciado desde la tribuna para poner en evidencia a Pedro Sánchez, ya que añadió: “también había dicho que nunca habría indultos y ya ve lo que ha pasado. Denos tiempo”. Además de que esta sentencia de Rufián supone un menosprecio al Gobierno, pone de manifiesto la falta de credibilidad que producen las manifestaciones del jefe del Ejecutivo español.

Esta desconfianza se extiende a otros ministros. Recuérdese el caso que le hicieron los españoles a la ministra de Sanidad cuando recomendó a los ciudadanos poner la segunda dosis de Pfizer a los que habían recibido la primera de AstraZeneca. Resultó que un 90 por ciento decidió no seguir las recomendaciones del Gobierno. Otro tanto se puede decir la alegría con que recomendaron a los ciudadanos retirar la mascarilla y sonreír, comenzar a sonreír en los espacios abierto. El resultado está siendo que, mayoritariamente, se prefiere ser prudente y andar siempre con mascarilla, salvo raras excepciones. Son reacciones ciudadanas muy significativas de la poca confianza y credibilidad que le ofrece el Gobierno

También se pueden recordar todos los asuntos en los que está metido el ministro Ábalos, con versiones distintas de disculpas o con las descalificaciones actuales a los procesos del Tribunal de Cuentas. En Europa acaban de desmentir que obliguen a España a poner peajes en las autovías como había asegura este ministro de Transportes y Movilidad. La ministra de Hacienda también aseguraba que Europa le prohibía bajar el IVA de las mascarillas, hasta que Europa se lo desmintió. La ministra de Transición Energética decía que no era posible bajar el IVA de la electricidad porque lo impedía la UE, hasta que la Comisión Europea lo negó. Todo ello con el descrédito que supone para un Gobierno. Actualmente tienen un conflicto en la calle porque no quieren bajar el IVA de las peluquerías cuando había anunciado que lo bajarían. La lista es interminable.

En todo caso, las redes sociales están llenas de vídeos en los que el presidente del Gobierno se muestra afirmando rotunda y solemnemente que no llevaría a cabo acciones que finalmente realizó a vista de todo el mundo. Una de ellas fue la que le recordaba Rufián de que no habría indultos políticos. Pero también están ahí las declaraciones de que no pactaría con los independentistas catalanes, que no pactaría con Bildu… y así en una interminable relación que la oposición le recuerda todos los días y que los ciudadanos no olvidan.

Últimamente, Sánchez se ha dedicado a calificar de venganza y revancha a las sentencias del Supremo que condenaban a los separatistas catalanes, con gran rechazo social. Después fue por la vía de la magnanimidad, del perdón, de la valentía, de la concordia emanada de la Constitución. Todo ello para justificar unos indultos que tenía previsto conceder pero que no se atrevía a decirlo abiertamente. Además, todos ven claramente que los indultos son necesarios para mantener la mayoría parlamentaria; es decir, para beneficio propio, como decía el Tribunal Supremo en el informe contra los indultos. El propio Rufián se jactaba de que no era un acto de valentía de Sánchez sino un acto de necesidad perentoria.

Es una acumulación de acciones que llevan al descrédito del equipo de Gobierno del que depende la recuperación del país. Y es difícil entender las razones por las que el presidente del Ejecutivo actúa así. Muchas de estos disimulos o negativas se podrían explicar abiertamente a los ciudadanos y es muy posible que lo entendiesen y aprobasen. @mundiario