Nuevo ridículo electoral de Guatemala por evidentes pruebas de fraude

Integrantes de la Junta Electoral del Departamento de Guatemala. / Twitter
Integrantes de la Junta Electoral del Departamento de Guatemala. / Twitter

Las elecciones de Guatemala nunca han sido un ejemplar ejercicio de democracia. El país acudió a votar el domingo y, casi una semana después, la autoridad electoral decide mejor reiniciar el conteo ante las evidentes pruebas de fraude.

Nuevo ridículo electoral de Guatemala por evidentes pruebas de fraude

Las elecciones de Guatemala nunca han sido un ejemplar ejercicio de democracia, pero es que las de este año van camino de algo realmente inédito no sé si en el mundo o en cuánto tiempo, pero al menos sí desde que tengo uso de razón. Resulta que la autoridad electoral del país, llamada Tribunal Supremo Electoral (TSE), ha decidido “revisar acta por acta” ante las acusaciones de fraude electoral que han ensombrecido las votaciones del pasado domingo, en que se eligió al presidente, diputados y alcaldes de todo el territorio nacional. Es que la noticia es de un nivel de bochorno demasiado alto hasta para este país, en el que los guatemaltecos estamos acostumbrados a auténticos circos cada cuatro años.

Para quienes no son guatemaltecos y quieran hacerse a una idea del lujo de elecciones que tenemos los guatemaltecos, aquí van algunas historias: el mismo día de los comicios corrieron por redes sociales vídeos de personas que fueron acarreadas por los mismos candidatos a alcaldes para que votaran en sus municipios, es decir, llenaron buses de gente para llevarlos de un municipio al otro y garantizarse así una victoria; en otro departamento, el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) ganó una alcaldía pese a no tener candidato inscrito; también hubo quienes llegaron a su mesa de votación solo para toparse con la sorpresa de que o no aparecían en la lista de empadronados pese a llevar décadas votando o que ya habían votado aunque de verdad no lo habían hecho. El fraude se le achaca principalmente a Sandra Torres, la versión guatemalteca de Kim-Jong Un, pese a que nadie tiene pruebas, pero tampoco dudas. La lista de hechos que no hacen sino cuando menos potenciar las acusaciones de fraude es infinita.

Es tal el vergonzoso espectáculo que el TSE, que también dio su granito de arena al avisar de que tardaría tres semanas (sí, tres semanas) en anunciar los resultados finales, ha terminado por reconocer que siempre sí está medio sospechoso el asunto y que mejor volverán a revisar las actas de todas las mesas electorales. En otras palabras, reiniciar el conteo de los votos, algo nunca visto desde las primeras elecciones de la era actual en 1985. Esto amenaza con empañar todavía más el proceso y aunque suene exagerado, podría ser una nueva puesta en escena de Torres para garantizarse el triunfo a la primera vuelta (en Guatemala es necesaria una segunda ronda si ningún candidato obtiene el 50% más uno del total de votos) frente a Alejandro Giammatei, quien marchaba en segundo lugar en el balotaje, porque con los políticos guatemaltecos todo es posible.

De momento el TSE no ha dicho cuánto tiempo tardará en realizar este nuevo conteo. El problema radica no solo en los no menos que dudosos motivos que han llevado al tribunal a tomar esta decisión, sino que será imposible repetir el conteo de algunas regiones del país, pues hubo algunas en las que las boletas fueron quemadas ante la inconformidad de la población por los resultados. El recuento de sufragios extiende unas de las elecciones más vergonzosas que se recuerdan, y eso es bastante decir tomando en cuenta que tenemos como vecinos cercanos a Nicaragua, por ejemplo.

Tanto es así que hasta el mismo presidente Jimmy Morales ha criticado la credibilidad del TSE, y Morales de hacer el payaso sabe un tanto. A la espera de mayor información, Guatemala cierra una semana para el olvido, un capítulo más en su deprimente democracia. @mundiario

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