Nuevo escenario en Oriente Próximo tras el acuerdo de Israel, Emiratos Árabes y Baréin

Los firmantes de los acuerdos de Oriente Próximo, este martes en la Casa Blanca. / RR SS
Los firmantes de los acuerdos de Oriente Próximo, este martes en la Casa Blanca. / RR SS
Se trata de acuerdos que no hubieran sido posibles sin, al menos, la luz verde de los saudíes, por lo que no resulta aventurado pensar que son la antesala de una normalización entre Israel y Arabia Saudí. Donald Trump se apunta a sí mismo “una gran victoria” antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Nuevo escenario en Oriente Próximo tras el acuerdo de Israel, Emiratos Árabes y Baréin

“Después de décadas de división y conflicto, marcamos el amanecer de un nuevo Medio Oriente”, dijo el presidente de EE UU, Donald Trump, sobre el acuerdo que firmó Israel con Emiratos Árabes Unidos y Baréin. De hecho, el acuerdo de normalización de relaciones entre Israel, Emiratos Árabes y Baréin –seguramente histórico– podría abrir un nuevo escenario en Oriente Próximo.

La Casa Blanca fue, pues, el escenario del mayor acuerdo de paz en Oriente Medio en 42 años: la firma del establecimiento de relaciones diplomáticas entre dos países del Golfo Pérsico –Emiratos Árabes Unidos y Baréin– e Israel.

Por un lado, estuvo el primer ministro de Israel, Bejamin Netanyahu. Por el otro, los ministros de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Abdulá bin Zayed al Nahyan, y de Barein, el teniente general Abdulatif bin Rashid al Zayani. Y junto a ellos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esta vez como anfitrión e inusual mediador. También estuvo  el yerno de Trump y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, probable artífice de un acuerdo que cambia la geopolítica de la región más compleja del planeta.

La firma del primer acuerdo diplomático entre Israel y una nación árabe, en este caso Emiratos y Baréin, desde 1994. / Mundiario

La firma del primer acuerdo diplomático entre Israel y una nación árabe, en este caso Emiratos y Baréin, desde 1994. / Mundiario 

Un nuevo escenario

¿Por qué la firma en Washington de acuerdo de normalización de relaciones entre Israel de un lado y Emiratos Árabes y Baréin de otro abre un nuevo escenario en Oriente Próximo tanto en el equilibrio de fuerzas en la región como en la situación en el conflicto entre Israel y Palestina? Porque conlleva dos medidas importantes de alcance regional y global.

En primer lugar, en el enfrentamiento de carácter estratégico y religioso que libran Arabia Saudí e Irán, Riad ha decidido unir a su campo a Israel, un poderoso enemigo irreconciliable del régimen de los ayatolás. "Y lo hace aun a riesgo de abrir fisuras en las sociedades árabes que durante décadas han recibido un mensaje antiisraelí", explica El País en un editorial. Son acuerdos que no hubieran sido posibles sin, al menos, la luz verde de los saudíes y no resulta aventurado pensar que son la antesala de una normalización entre Arabia Saudí e Israel. Los dos aliados más próximos de Washington en la zona estarían alineados y coordinados contra el enemigo común de los tres: Irán.

En segundo lugar, la solución a la ocupación israelí de Palestina no puede ser considerada un asunto de importancia secundaria o simplemente un problema irresoluble y agotador. Al contrario, el acercamiento entre Israel y el mundo árabe que se está produciendo resta excusas para disminuir cualquier esfuerzo o iniciativa para lograr una paz justa entre israelíes y palestinos. "Y eso sí que sería un hito verdaderamente histórico", concluye el diario de Prisa.

Donald Trump, anfitrión de los acuerdos de Oriente Próximo. / CNNDonald Trump, anfitrión de los acuerdos de Oriente Próximo. / CNN

Las miradas de Abás y Trump

¿No hay nubarrones? Alguno sí. El presidente palestino, Mahmud Abás, tras la firma de los Acuerdos de Abraham en Washington, dijo que la normalización de relaciones de Israel con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin no traerá la paz a la región.

Donald Trump es más optimista. Cree que ha roto por fin “el vicioso ciclo de terror que existe en la zona” y, sin mencionar nombres, asegura que “cinco o seis países más” establecerán pronto relaciones diplomáticas con Israel. Trump, ahora pacificador, se apunta a sí mismo “una gran victoria” antes de las elecciones del 3 de noviembre, que es lo que realmente le importa. @mundiario

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