La nueva presidencia de Irán y las ilusiones rotas de una generación

Imagen en Teherán capital de Irán. / pixabay.com
Imagen en Teherán capital de Irán. / pixabay.com
Las demandas de tener cambios en el sistema iraní, sigue vigente en toda una generación.
La nueva presidencia de Irán y las ilusiones rotas de una generación

Iraníes nacidos en la guerra contra Irak, entre 1979 y 1988, que han vivido los horrores de la guerra desde que eran muy pequeños, que han sido entusiastas en torno de la posibilidad de ver cambios, en su país, orientados al entendimiento y a la posibilidad de que cambios, acordes con los tiempos actuales, tomen forma en Irán, son parte de quienes se han visto decepcionados después de que las propuestas políticas favorecieran a quienes integran una sola de las tendencias y las posibilidades de que se fortalezca el sistema teocrático, vayan en aumento.

Son miles quienes actualmente, están presos o incluso, fuera de su país, sea exiliados o que sencillamente, han preferido huir antes de sufrir en carne propia, los horrores de la persecución política, tras haber participado en una serie de manifestaciones que se llevaron a cabo en el año 2009, exigiendo apertura en lo que se refiere a libertades individuales y modificaciones en el sistema teocrático de Irán.

Son muchos los que están pagando, haber sido parte en dichas manifestaciones, en la cárcel o el destierro. Otros, prefirieron alejarse de toda posibilidad de expresar sus visiones políticas. La realidad económica les ha hecho dedicarse a actividades que les generen ingresos, esa es su prioridad ahora. Sin embargo, la decepción sigue presente y el anhelo de ver cambios, también.

Al gobierno actual se le acusa de haber llevado a cabo una gestión en la cual fue poco lo que veló por el interés de la ciudadanía. Sumado a ello y después de que el acuerdo nuclear llegara a su fin, la situación económica ha sido apremiante para buena parte de los iraníes siendo que, producto de las sanciones, la inversión extranjera se evaporó y el euro, así como el dólar, han tendido a aumentar en cantidades desmedidas. De modo que las posibilidades de satisfacer las necesidades básicas, también han mermado, sumado a que los más jóvenes han enfrentado la dura realidad de estar desempleados pese a tener méritos académicos.

Si bien se tuvo otra ola de manifestaciones en el año 2017 y hasta el 2019, estas últimas tenían como objeto esbozar demandas de tipo económico, principalmente. Sin embargo las posibilidades de tener alguna apertura, en el ámbito político, en lo que se refiere a que el velo no sea obligatorio o que sean respetados los derechos humanos, siguen vigentes y sus defensores, detenidos o en el exilio, mayoritariamente.

Hacer frente a la decepción, es ahora parte de los retos que se tienen en Irán. Que se pueda mantener un nuevo gobierno con parte de la ciudadanía convencida de que nada va a cambiar pese a que es imperioso que se tengan cambios estructurales en su sistema, es parte de lo que tendrá que asumir el gobierno que acaba de ser electo, en Irán. @mundiario

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