Nigeria: Una niña de 10 años se inmola en un mercado y causa al menos 20 muertos

Un crimen contra la humanidad es un atentado a los derechos humanos del mundo entero y exige una respuesta unánime y contundente, aunque haya tenido lugar en la lejana Nigeria.

La necesidad de condenar los crímenes contra la humanidad, los que no respetan los derechos humanos de sus víctimas a las que eliminan o torturan, ha sido reconocido por la comunidad internacional y es uno de los grandes logros del siglo XX. Sea cual sea el lugar de los abusos, las leyes que los protegen, y el cargo del criminal, sabe que podrá ser detenido, juzgado y condenado por tribunales internacionales.

Probablemente se aplicó mal Invadiendo Irak por una presunta ocultación de armas de destrucción masiva que jamás se han encontrado pero que valió de disculpa para defender intereses económicos de los atacantes. Y probablemente se aplicó bién cuando se invadió Afganistán donde los Talibanes estaban cometiendo claros crímenes contra la humanidad, y que aún no se han logrado contener plenamente.

Ahora estamos cometiendo de nuevo los mismos horrores. Lo que nos es ajeno no es un problema, así admitimos la gravedad de un atentado en Europa o Estados Unidos, pero seguimos impasibles frente a la cruel implantación de un Califato Islamico en Siria e Irak, que en parte ha sido propiciado por Occidente en sus ataques a El Asad, pensando que ese problema no llegará a nuestros paises. Pues estamos equivocados, ese problema llegará, y está llegando, al mundo entero sin que hagamos nada más que declaraciones. 

Los crímenes contra la humanidad, el terrorismo con víctimas inocentes asesinadas ante nuestros ojos, la muerte por ideas o creencias, exige una respuesta internacional contundente. Lo del diagnóstico precoz que tanto predicamos en medicina pero que no somos capaces de aplicar en otra facetas, y sin embargo el mal se extiende de la misma manera.

Ejemplos no faltan, igual que el ébola no fué problema hasta que llegó a nuestros países fuera de África, tampoco lo es que Boko Harám mate 2.000 personas a la semana en Nigeria, pero deberíamos pensar que si lo que vimos ayer, una niña de 10 años explotando en un supermercado matando a otras veinte personas, no nos escandaliza, no es un crimen que nos lleva a intervenir de alguna manera, si pensamos que Nigeria está lejos, entonces los atentados que lleguen al resto del mundo serán merecidos porque vimos surgir el catarro y nos dejo fríos sin tratamiento ni medicación.