Nicolás Maduro reaparece en público para exhibir la lealtad del Ejército
El líder chavista ha marchado con cerca de 5.000 soldados en las calles de Caracas para responder al llamado que hizo Juan Guaidó a las Fuerzas Armadas.
Nicolás Maduro ha vuelto a reaparecer en público este jueves 2 de mayo luego de pasar oculto prácticamente toda la semana. Apenas una comparecencia escoltado por Vladimir López y Diosdado Cabello había dado pistas de que el líder chavista seguía con vida y en su país, luego de que su ausencia incluso hiciera brotar la noticia de que había intentado huir a Cuba. Consciente de que sus seguidores y el Ejército están viviendo una nueva ola de presión, Maduro ha tenido que volver a mostrarse en público para dar oxígeno a sus seguidores y a las Fuerzas Armadas
El heredero de Hugo Chávez marchó esta mañana en la capital del país, Caracas, escoltado por un nutrido grupo de soldados. Escoltado por López, ministro de Defensa, y unos 4.500 efectivos del Ejército, el líder chavista se dio un baño de masas en el que aprovechó para llamar a las armas a los suyos. "Ha llegado la hora de combatir", pronució ante las tropas.
Posteriormente su periplo le llevó hasta la Academia Militar. Ahí aprovechó para hacerse fotos y vídeos con los soldados que le saludaron. Desde su cuenta de Twitter el presidente volvió a ratificar que las Fuerzas Armadas están de su lado.
Al llegar al Patio de Honor de la Academia Militar, fui recibido por los Comandantes de los Componentes de la #FANB y la Milicia Bolivariana, quienes en unidad monolítica están más leales que nunca a la Patria. ¡Fuerza y Liderazgo Compatriotas! pic.twitter.com/MQPhik5sqS
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 2 de mayo de 2019
Básicamente le ha dedicado toda la mañana a presumir la lealtad del Ejército. Su fijación se debe a que hasta hace algún tiempo nadie dudaba de la incorrompible lealtad de las tropas, pero los acontecimientos de esta semana le han obligado a salir de su ratonera para demostrar que todavía cuenta con su mejor bastón.
Y es que a inicios de semana, y tras liberar a Leopoldo López, Juan Guaidó hizo un llamado a la sociedad civil para que se movilizara contra el chavismo. Hasta ahí nada realmente nunca visto. El problema surgió cuando Guaidó, venido arriba por el momento y la congregación de partidarios, invocó también al Ejército para dar el golpe definitivo a Maduro. Aquello fue un golpe directo al corazón de la revolución bolivariana, pues la institución castrense había sido justamente el sostén principal de su régimen.
Alertado porque la miseria que tiene hundido al país puede llevar a los soldados a cambiar de bando, Maduro ha puesto en práctica un ejercicio de cercanía con su gente. Nada hace pensar que el Ejército vaya a voltearse en estos momentos, pero la imagen de debilidad que intentó achacarles Guaidó ha activado las alarmas, consciente el régimen de que un par de desertores, aunque sea de puestos rasos, puede desencadenar en una fuga irremediable. @mundiario
