¿El neoliberalismo mata?

hepatitis c.
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Aquellos pacientes con recursos económicos han podido acceder a los carísimos medicamentos para la hepatitis C pagándolos de su propio bolsillo. La evidencia es clamorosa: mueren los pobres, viven los ricos.

¿El neoliberalismo mata?

La hepatitis C es una enfermedad grave y casi siempre mortal si las personas que la padecen no toman unos medicamentos específicos de precio elevadísimo. En Galicia, la fiscalía acusa a dos representantes políticos de la Consejería de Sanidad del Gobierno del PP de no haber hecho todo lo posible para facilitar las medicinas adecuadas a pacientes extremos que las precisaban con urgencia para salvar sus vidas. Así lo reclamaban sus médicos. Pero los recortes neoliberales, al parecer y según todos los indicios, han podido ser el motivo indirecto de que muchas personas con hepatitis C hayan fallecido esperando que el tratamiento facultativo prescrito llegara a tiempo.

Resulta casi obvio señalar que aquellos pacientes con recursos económicos han podido acceder a estos medicamentos tan caros pagándolos de su propio peculio. La evidencia es clamorosa: mueren los pobres, viven los ricos, no somos iguales ante la ley.

Otro factor importante en cuestiones como las referidas es el poder omnímodo que atesora la industria transnacional farmacéutica para erigirse en árbitro de las vidas humanas mediante sus patentes secretas y su capacidad para vender los medicamentos en el mercado al mejor postor, esto es, hacer negocio inmoral con la salud de la inmensa mayoría.

También conviene resaltar que el neoliberalismo, que quiere privatizarlo todo a coste cero para sus potenciales propietarios privados, no repara en aspectos éticos ni sociales: recorta lo público a expensas de las necesidades colectivas en nombre de la eficiencia económica y de los gastos superfluos (para las clases altas).

La hepatitis C y Galicia no son casos aislados. Saldrán más a la palestra cuando los muertos sean legión y los delitos de lesa humanidad estén a punto de prescribir. El olvido será el mejor cómplice de los políticos venales de las puertas giratorias y de los magnates farmacéuticos de las cuentas en paraísos fiscales. Así se está escribiendo aquí y ahora la historia de los recortes salvajes del neoliberalismo. Al fin y al cabo, capitalismo sin más aditamentos estéticos o eufemismos mistificadores.

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