El neoliberalismo crea monstruos

Le Pen y Trump.
Le Pen y Trump.

La solución dada a la crisis por los defensores del dogma de mercado es la principal causa del preocupante ascenso de la extrema derecha a ambos lados del Atlántico.

El neoliberalismo crea monstruos

Vivimos tiempos difíciles en los dos mayores bloques económicos y políticos del planeta: Estados Unidos y la Unión Europea están sufriendo las consecuencias de ocho años de larga crisis financiera, posteriormente económica y finalmente político-social. Sin lugar a dudas, desde hace muchas décadas el sistema económico y político no se encontraba en unos niveles de credibilidad tan bajos.

Las encuestas realizadas desde el Pew Research Center nos indican que la aprobación de la UE por parte de la ciudadanía se encuentra en mínimos: entre los años 2005 y 2016 la visión favorable de la Unión se redujo un 8% en Alemania (del 58% al 50%), pero en más de un 30% en Francia (del 69% al 38%) y España (del 80% al 47%) o en un 20% en Italia. En Grecia solo el 27% de la población se muestra satisfecha con la Unión Europea. Sin duda, las instituciones europeas se encuentran en un proceso de crisis de legitimidad sin precedentes.

Hoy en día es imposible negar que existe una importante parte de la población que niega el actual statu quo. Esta situación es el resultado de las políticas concretas desarrolladas para afrontar la crisis económica. Sí había alternativas a la austeridad y al control del déficit, pero los organismos financieros internacionales y sus subordinados en los gobiernos decidieron que esa era la vía.

Consecuencia: prolongación temporal de la crisis (en el Estado Español llevamos ya ocho años sin crecimiento económico estable) y abandono de una mayoría social sacudida por el creciente desempleo, un enorme proceso de precarización y devaluación salarial y un gran recorte en servicios y prestaciones sociales. Este proceso determina la gran ruptura con los consensos generados en los últimos cincuenta años, desarrollándose una fuerte proletarización de las clases medias europeas y estadounidenses.

Es cierto que se tomaron decisiones económicas diferentes en Estados Unidos y dentro de la Unión Europea. Las tímidas reformas financieras desarrolladas por la administración Obama a través de la Dodd-Frank Act y la Volcker Rule (ahora eliminadas por Trump) no fueron acompañadas por los mandatarios europeos. Del mismo modo, la doctrina del austericidio impuesta para los países del Sur de Europa (particularmente Grecia, pero no solo) poca relación guarda con las políticas desarrolladas para Alemania y el resto del Centro y Norte de Europa.

Las políticas neoliberales como solución a la crisis supusieron olvidar a una importante parte de la población a su suerte. Y ese espacio vacío tiene que ser ocupado por alguien en términos políticos

Aún con estas salvedades, la realidad es que las políticas neoliberales como solución a la crisis supusieron olvidar a una importante parte de la población a su suerte. Y ese espacio vacío tiene que ser ocupado por alguien en términos políticos. Con el stablishment en entredicho y la socialdemocracia buscándose a si misma (Si Olof Palme levantara la cabeza...), la extrema derecha encuentra un caldo de cultivo perfecto para la transmisión de ideas simples y con un trasfondo verdaderamente peligroso, como el America First de Donald Trump o la normalización de la xenofobia derivada del Brexit en Reino Unido.

Por desgracia, las opciones de cambio progresista y democratizador parecen peor situadas que la reacción de extrema derecha que hoy gobierna Estados Unidos, Polonia, Ucrania o Hungría y refuerza sus posiciones en otros muchos países europeos. En nuestras manos está no ser colaboradores de este nuevo escenario y trabajar por generar alternativas en la dirección inversa. @outes  

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