¿Será necesario un ‘por qué no te callas’ al estilo Borbón para Donald Trump?

Donald Trump. / Facebook Donald Trump
Donald Trump. / Facebook Donald Trump

La demócrata Hillary Clinton ha adoptado una estrategia de campaña de perfil discreto, dejando que todos los focos se centren en el republicano Donald Trump, por lo que su ridícula campaña está siendo cubierta al detalle.

¿Será necesario un ‘por qué no te callas’ al estilo Borbón para Donald Trump?

A Donald Trump le gustan los focos, el show, sentirse la estrella. Hillary Clinton lo sabe y por eso parece haber adoptado una estrategia de campaña de perfil discreto. De este modo, en todo el mundo, mas aún en Estados Unidos, los seguidores de la campaña presidencial y los no seguidores pueden deleitarse, asombrarse, reírse, asustarse o experimentar cualquier otro tipo de sentimiento con las palabras del candidato republicano. Si quiere focos, Clinton se los ha cedido, de este modo las meteduras de pata de Trump son retransmitidas y amplificadas en todo el mundo. Su ridículo en esta carrera por convertirse en presidente de los Estados Unidos de América está siendo cubierto al detalle. Mientras, Hillary Clinton desarrolla una campaña con anuncios en lugares y momentos clave, y organizando su discursos concienzudamente estado por estado.

Lo último que sabemos de la candidata demócrata son sus palabras, cuanto menos sensatas en comparación con el discurso despectivo de Trump, sobre, precisamente, las palabras del magnate. “Ayer [por el martes 9 de agosto] vimos el último de una larga lista de comentarios despreocupados de Donald Trump que cruzaron la línea”, dijo Clinton en Iowa. “Las palabras importan, amigos míos. Y si te presentas al cargo de presidente, o si eres presidente de Estados Unidos, las palabras pueden tener consecuencias tremendas”.

Hillary Clinton: “Las palabras importan, amigos míos. Y si te presentas al cargo de presidente, o si eres presidente de Estados Unidos, las palabras pueden tener consecuencias tremendas”.

Una pequeña lección gratuita de Hillary a Donald. Además, Clinton quiso dejar claro que Trump ha vuelto a “cruzar la línea” con su "despreocupada incitación a la violencia”. En referencia, sobre todo, al comentario del magnate en el que animaba a los propietarios de armas de fuego a evitar la victoria de la demócrata, sin precisar cómo.

Esto fue el martes pero el miércoles 10 de agosto, Donald Trump volvió a tocar fondo en su campaña en un mitin en Fort Lauderdale (Florida).  “En muchos aspectos (Estado Islámico) honra al presidente Obama". Hasta cuatro veces repitió que Barack Obama es el "fundador de Estado Islámico". Y añadió: ”Yo diría que la cofundadora (del EI) es Hillary Clinton”. Estas conclusiones llegaron a la mente del candidato republicano en un discurso en el que criticó la entrada de EE UU en Irak. "Hemos gastado billones de dólares en Oriente Medio, billones. Nunca, nunca, nunca deberíamos haber ido a Irak. Lo dije desde el principio. Lo dije desde el principio. Dije: 'Váis a desestabilizar Oriente Medio' y lo hicimos”. Aunque fue un presidente republicano, George W. Bush, el que promovió y lideró la invasión, detalle que no mencionó Trump en su discurso.

Donald Trump no será presidente de EE UU porque no representa los valores de un partido, el republicano, que quedará seriamente tocado tras el mes de noviembre.

El candidato republicano pierde apoyos día a día y los sondeos así lo corroboran. Todos los publicados este mes, recopilados por la publicación Real Clear Politics, reflejan una ventaja clara de Clinton sobre Trump. La demócrata le saca entre uno y 15 puntos al republicano, en función del sondeo. Y los medios de comunicación ayudan en cierta medida a esta caída libre de Trump. En un editorial, The Washington Post dijo que los últimos comentarios aumentan “la carga sobre los líderes republicanos que continúan insistiendo en que su candidato es adecuado para servir [como presidente]”. The New York Times va más allá: “Ha llegado la hora de que los republicanos (…) repudien al señor Trump de una vez por todas”, tal y como recoge Marc Bassets, en su crónica para El País.

Auguro que Donald Trump no será presidente de EE UU porque no representa los valores de un partido, el republicano, que quedará seriamente tocado tras el mes de noviembre.

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