Myanmar y Bangladesh cierran un trato vergonzoso para los refugiados rohingya

Los rohingya están sometidos a represión por su origen étnico. / RRSS
Los rohingya están sometidos a represión por su origen étnico. / RRSS

Muchas personas rohingya que han huido de la limpieza étnica en Myanmar ahora viven como refugiados en Bangladesh.

Myanmar y Bangladesh cierran un trato vergonzoso para los refugiados rohingya

Y ahora los dos países, Myanmar y Bangladesh, han llegado a un acuerdo para devolverlos a casa. Devolver a las personas rohingya a las manos de sus perseguidores no solo viola el derecho internacional, sino que plantea preguntas fundamentales sobre cómo el mundo protege a las personas que huyen de los crímenes y abusos más atroces.

Este acuerdo se produce pocos días después de que Ratko Mladic fuera condenado a cadena perpetua por su participación en la masacre de Srebrenica, que tuvo lugar en Bosnia incluso cuando las cámaras de noticias transmitieron imágenes por todo el mundo, de la misma manera que documentaron de muchas formas esta última crisis de limpieza étnica. 

En lo que respecta a Myanmar, el acuerdo aliviará la creciente presión que enfrentan tanto las Naciones Unidas como sus vecinos asiáticos. El gobierno de Myanmar no tiene ningún interés en dar la bienvenida a los refugiados rohingya a casa con los brazos abiertos; los rohingya que permanecen en Myanmar son tratados como un pueblo extranjero, se les niega la ciudadanía y los derechos básicos, y son sistemáticamente perseguidos.

El gobierno de Myanmar sostiene que el aumento reciente de la violencia no se debió a la limpieza étnica, y que los rohingya no corren peligro al regresar. Pero esas palabras están vacías. Los abundantes informes de primera mano y las imágenes documentales apuntan a lo mismo: una terrible limpieza étnica realizada por actores estatales. Los principales funcionarios de la ONU han usado el término "limpieza étnica" durante algún tiempo, y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, lo está utilizando ahora también.

Dado que Myanmar se niega a asumir la responsabilidad por las atrocidades, y mucho menos a brindar garantías de protección y justicia para los rohingya, no es creíble que el país pida a esos refugiados que regresen, sino que Bangladesh es quien quiere deshacerse de ellos. Según el derecho internacional, a los refugiados que huyen de las atrocidades se les otorgan protecciones fundamentales. Sobre todo, las personas refugiadas están protegidas por los principios de asilo y no devolución, que es la protección contra el retorno a un país donde una persona tiene motivos para temer su persecución.

Bangladesh, por supuesto, insistirá en que Myanmar quiere que estas personas regresen, y que solo quienes elijan hacerlo voluntariamente serán devueltos. Pero eso ignora los hechos sobre el terreno. Las opciones de los refugiados rohingya son sombrías: permanecer en los escuálidos campamentos, escapar de alguna manera a la sociedad de Bangladesh sin documentación formal o estatus, o regresar a casa y enfrentar la más cruda persecución. @mundiario

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