El muro de Donald Trump se queda sin recursos y el proyecto se tambalea
El presidente de los Estados Unidos tiene apenas una décima parte del presupuesto necesario para su construcción y el Congeso no parece dispuesto a patrocinarle lo restante.
La agencia de noticias Reuters ha hecho público un documento en el que sonroja a Donald Trump pues evidencia que Washington no tiene cómo construir el dichoso muro entre Estados Unidos y México que ha prometido el presidente desde su precampaña electoral. El proyecto tiene un costo de 20.000 millones de dólares de acuerdo a los cálculos hechos por la Casa Blanca. No obstante, hoy por hoy el presupuesto para él se queda en apenas 20 millones.
A prácticamente mes y medio de haber tomado el poder, el presidente apenas ha logrado captar dos partidas de 5 y 15 millones de dólares respectivamente. Ese dinero, detalla el documento enviado a varios congresistas, provendría de contratos hechos previamente para la seguridad en la frontera pero que nunca fueron utilizados. El primer cálculo del neoyorquino para su insignia de batalla cifraba el precio de construcción en 8.000 millones de dólares, que de cualquier manera sigue estando muy lejos de su primera recaudación.
La intención inicial de Trump era forzar a la Ciudad de México a correr con los gastos del emprendimiento, aunque luego se moderó y dijo que los estadounidenses se encargarían al principio para que luego sus vecinos del sur les reembolsaran el total del gasto. Pero conforme van pasando los días y se van sumando los acontecimientos, el magnate parece ir dándose cuenta de lo disparatado de su propuesta, al punto que ahora aclara que la construcción se pagaría con "fondos ya existentes" de la cartera de Seguridad Nacional.
El día de ayer se presentó en la Cámara de Representantes y aseguró que el proyecto del muro empezaría "muy, muy pronto". No es la primera vez que lo promete, pero ahora con la evidencia de la falta de recursos económicos el obstáculo empieza a incomodar a su campamento pues se trata de nada menos que la promesa estrella de su catálogo, la gran valedora de su ascenso al poder.
Esta situación fuerza al magnate a mover su maquinaria para encontrar una forma de convencer al Congreso de que le provean del dinero necesario para una obra que excede en cinco veces el presupuesto asignado a la seguridad fronteriza, que es de poco menos de 4.000 millones de dólares. De acuerdo a cálculos de la oficina de Seguridad Nacional, este dichoso muro podría terminar teniendo un precio de 21.600 millones de dólares, por lo que varios hombres fuertes del Partido Republicano en el legislativo -cuyas dos cámaras son dominadas precisamente por los conservadores- ya avisaron que no apoyarán la iniciativa.
La situación deja a Trump ante tres posibles salidas: elevar el déficit pese a que eso sería meterse directamente con los proyectos de los republicanos; imponer un aumento general de impuestos para un proyecto que el año pasado prometió que sería de gratis para los estadounidenses pues los fondos los pondría México; o cortar el abastecimiendo de dinero a programas públicos que prometió que no tocaría durante su campaña. La última opción es la menos probable, pues tan sólo le daría -más- argumentos a los demócratas y a los estadounidenses para repudiar sus intenciones.
