Tres motivos por los que el chavismo la ha tomado contra Luisa Ortega Díaz

Luisa Ortega Díaz. / RRSS
Luisa Ortega Díaz, fiscal general de Venezuela

La fiscal general ha pasado de ser una fiel pieza del régimen a ser la principal cara de la rebelión interna en el oficialismo.

Tres motivos por los que el chavismo la ha tomado contra Luisa Ortega Díaz

Luisa Ortega Díaz se ha convertido en el rostro más visible de la rebelión interna del chavismo contra Nicolás Maduro. La fiscal general recibió la prohibición de salir del país y sus cuentas bancarias fueron congeladas, todo como parte de una serie de medidas que el Palacio de Miraflores ha impulsado para poner en su lugar a la díscola funcionaria.

Y es que Ortega Díaz lleva ya algunos meses dando dolores de cabeza al presidente y sus huestes, quienes han llevado a Venezuela a un caos prácticamente insalvable tanto a nivel político como civil. A continuación, los tres golpes que la fiscal ha asestado al heredero de Hugo Chávez y que le han valido convertirse en una innombrable en los cuarteles chavistas:

1- Criticar el golpe de Estado

A finales de marzo, los venezolanos presenciaron cómo su presidente, mediante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), despojaba de sus poderes a la Asamblea Nacional (AN), en manos de la oposición desde finales de 2015. La medida fue criticada por los detractores del régimen chavista, tanto dentro como fuera del país. No obstante, ninguna crítica dolió tanto como la de Ortega Díaz, quien fue la primera hija de Hugo Chávez en criticar lo que se calificó al unísono como un golpe de Estado. Fue la primera salida de tono de la fiscal, y probablemente la que desató una separación que ahora es inminente.

2- Descalificar la Asamblea Constituyente

La disolución de la AN, pese a que de cualquier forma el Supremo dio marcha atrás, llevó a los venezolanos a iniciar una serie de protestas callejeras que se mantienen hasta hoy en día. Con las calles volcadas en su contra, a Maduro no se le ocurrió mejor cosa que convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para intentar salvar su pellejo.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el conglomerado que junta a los grandes partidos de la oposición, se opuso al proyecto desde el primer minuto. Y en esas, les salió una fuerte aliada: nada menos que la misma Ortega Díaz.

La fiscal general criticó el proyecto presidencial y lo acusó de ser una falta de respeto a los principios chavistas. Otros funcionarios del régimen se unieron a su voz, esgrimiendo como argumento que la nueva Constitución del país debía pasar forzosamente por la aprobación de los venezolanos, tal y como el fallecido comandante hizo en 1999. Maduro pasó de estas críticas y sostuvo, mediante el Consejo Nacional Electoral (CNE), de que el texto supremo se aprobará en la Asamblea Constituyente misma y nada más. Por ello, Ortega Díaz y un grupo de disidentes le pusieron en la mira, todos con distintos fines.

3- Cerrar filas con la oposición

Pero pese a alzar su voz contra Maduro, Ortega Díaz se había mantenido al margen de muestras de cariño y apoyo con la MUD. No obstante, el pasado 14 de junio Ortega Díaz presentó ante el Supremo tres solicitudes contra funcionarios, ministros y diputados chapistas. Pero lo que realmente dejó tocado al jefe de Estado fue que la fiscal acudió al Tribunal escoltada por seguidores y líderes de la oposición. El divorcio quedó más que claro y ahí se llegó al camino sin retorno.

En cuestión de dos semanas, el chavismo respondió con dureza ante la malcriadeza de una persona que durante años cumplió al pie de la letra las exigencias de Chávez y sus hombres, y posteriormente de Maduro. Sin embargo, la ineptitud y reticencia del presidente la llevaron hasta donde está ahora. Eso sí, su puesto no corre peligro, en teoría al menos, porque solamente la Asamblea Nacional tiene facultad para removerla del mismo, y bajo el control de la MUD el Legislativo podría hacer todo para cuidar de una aliada inesperada.

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