¿Seguro que la moción no era una disculpa para acorralar a Ciudadanos?

Rajoy, Sánchez e Iglesias. El Plural
Rajoy, Sánchez e Iglesias. / El Plural

La Cámara se mostró dividida con el PNV en el fiel de la balanza pero todos estuvieron unidos contra las elecciones que solo defendía Ciudadanos, el enemigo a destruir.

¿Seguro que la moción no era una disculpa para acorralar a Ciudadanos?

Parecía que el propósito de la moción de censura en la que nadie creía era dar un severo castigo a Rajoy aprovechando la sentencia del caso Gürtel pero no era así. Los partidos separatistas catalanes aprovecharon la ocasión que se les ofrecía para hacer su discurso habitual y pedir a Sánchez que se comprometiera a liberar los "presos políticos" y traer a los "exiliados", algo que saben imposible porque si fuera cierto que el Presidente de Gobierno puede dar órdenes a los jueces parece lógico pensar que Rajoy habría utilizado ya ese poder para exculpar a su propio partido hace tiempo.

Lo que unió a todos los nacionalistas era el miedo, más bien pánico, a que Ciudadanos ganase si se llegaban a convocar elecciones

Sin embargo ERC, el exsocio del PSOE en el nefasto tripartito de Zapatero, y el ex CDC del 3 o 4%, rectificaron y se pusieron a favor de la moción al ver que el PNV, el que había aprobado los PGE hacía una semana, y Bildu de los ex etarras, se sumaban al si. ¿Que había unido a todos los nacionalistas hasta lograr que el si fuese mayoritario? ¿El odio a Rajoy, al PP? Evidentemente no. Todos saben perfectamente que lo que requiera un cambio constitucional ha de ser pactado con el PP que tiene mayoría de bloqueo en ambas Cámaras. Lo que unió a todos los nacionalistas era el miedo, más bien pánico, a que Ciudadanos ganase si se llegaban a convocar elecciones.

Sánchez se vio ganador y alejó rápidamente el horizonte electoral hasta dejarlo para después de que el PSOE con su 84 diputados arregle España, lo que no sucederá en está legislatura donde no hay mayorías cualificadas sin el PP, pero quizás lograse evitar que Albert Rivera ganase las elecciones si él sube en las encuestas probablemente en base a promesas de lo que hará si le votan. Algo así debió pasar por la cabeza de Rajoy para no dimitir y forzar una nueva investidura que quizás ninguno lograra provocando una disolución del Parlamento y una convocatoria que podría perder. Los dos grandes partidos temían perder si daban la voz al pueblo y lo que era peor, el PP temía que C's formase gobierno con el PSOE y el PSOE que lo formase con el PP mientras que Podemos estaba seguro de que una de las dos opciones vencería y le dejaría fuera. Rajoy dejó constancia de su terror electoral al no promover una moción de confianza el día de la sentencia de la Gürtel. La perdería pero Sánchez no sería proclamado presidente.

Los dos grandes partidos temían perder si daban la voz al pueblo y lo que era peor, el PP temía que C's formase gobierno con el PSOE

Así, mientras debatían la moción de censura que Rajoy no quiso evitar, todos tenían una idea común, el miedo a las elecciones que proponía Albert Rivera.Todos a una pero sin Fuenteovejuna, dedicaron los discursos más duros contra Albert Rivera hasta el punto de no dejarle hablar con abucheos o ruidos convirtiéndolo inconscientemente el protagonista del debate. El problema es que cada vez son más los españoles que piensan que el Cupo vasco no se calcula bien, que el secesionismo no se arregla sin el fin del adoctrinamiento y la falsa realidad que transmite TV3, que la ley electoral está obsoleta, que sobran políticos o que no se puede gastar lo que no se tiene. Nacionalistas desesperados tildan a Rivera de franquista o falangista, de aquella falange que quería nacionalizar los medios de producción y la banca al igual que ahora Podemos, la antítesis del liberalismo aun siendo progresista.

Todos los partidos que quieren ahogar a Ciudadanos acabarán provocando que la gente piense que la única salida es dar a Rivera la mayoría absoluta, algo que probablemente no es lo que él buscaba pero que ya sucedió en Francia. @mundiario

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