Misma historia, mismos protagonistas: el contexto es diferente en Francia

Emmanuel Macron, presiente de Francia; Marine Le Pen, candidata de la ultraderecha. / RR SS.
Emmanuel Macron, presiente de Francia; Marine Le Pen, candidata de la ultraderecha. / RR SS.

Emmanuel Macron y Marine Le Pen se juegan el asiento en el Elíseo cuando se enfrentan por segunda vez y cinco años después de unas elecciones cuya trama tiene varios giros.

Misma historia, mismos protagonistas: el contexto es diferente en Francia

¿Emmanuel Macron podrá continuar con su proyecto europeo desde Francia o en el Elíseo se sentará por primera vez una mujer? Aunque estas elecciones presidenciales en Francia podrían hacerse pasar por un grito feminista, lo cierto es que la candidata Marine Le Pen no despierta estas pasiones siendo de la extrema derecha.

Macron quiere continuar en el Elíseo y pretende convertirse en el primer mandatario en ser reelegido en los últimos 20 años. El escenario que vemos entre Le Pen y el actual mandatario no es nuevo, ya lo vivimos hace cinco años atrás, pero los cambios en el contexto son muy notorios. Entonces Le Pen no era tan popular y Macron logró la victoria mostrándose como un líder joven y desde el centro sin mirar ni un segundo a los extremos.

En la primera vuelta, Macron salió victorioso por poco al contar con el 27,85% de los votos, mientras que Le Pen sumó 23,15%. En tercer lugar se posicionó Jean-Luc Mélenchon, candidato de la extrema izquierda, que contó con el 21,95% de los votos.

Ahora unos 48 millones de franceses registrados en las listas electorales deberán tomar la decisión este 24 de abril, cuando vemos que la popularidad de Macron ha mermado mientras la de Le Pen ha ido en crescendo. A diferencia del 2017, el actual mandatario ya no se ve tan centralizado como en años anteriores, en cambio, las clases populares le acusan de ser el “presidente de los ricos”. En contraposición, Le Pen se ha encargado de suavizar su imagen en los últimos cinco años llegando a cambiar el nombre de su partido antiguamente llamado Frente Nacional por otro mucho más inclusivo: Agrupación Nacional.

El ganador de estas elecciones será proclamado presidente el próximo 13 de mayo y se mantendrá en el poder por los siguientes cinco años. Macron continúa siendo el favorito en las diferentes encuestas, pero la elección es mucho más reñida que en 2017. Ifop-Fiducial presentó una encuesta que posiciona al mandatario como el vencedor con el 51%, mientras que Le Pen quedaría muy cerca del Elíseo con el 49% de los votos. Ipsos-Sopra Steria en cambio le da una ventaja superior a Macron con el 54% contra 46% de la candidata ultraderechista.

Macron tras la reelección

En 2002 Jacques Chirac consiguió la reelección frente al candidato de la ultraderecha Jean-Marie Le Pen, el padre de Marine, que hasta el 2011 fue el presidente del partido que ahora gobierna su hija. Desde entonces, Nicolas Sarkozy y François Hollande intentaron ser reelectos presidentes de Francia sin llegar a conseguirlo. Ahora Macron busca romper esta mala racha de los presidentes en el poder y convencer a los franceses que es la opción ideal.

"Invito a todos, incluidos aquellos que no votaron por mí en la primera vuelta, a que nos apoyen", señaló el mandatario tras conocer los resultados de la primera vuelta. "Complacer al populismo y la xenofobia, eso no es Francia". Durante las últimas semanas la balanza ha estado en las manos de Jean-Luc Mélenchon, que pidió a sus seguidores no apoyar a Le Pen bajo ninguna circunstancia pero se negó a apoyar de forma directa a Macron.

Se estima que muchos de los votantes que apoyaron a Mélenchon terminen absteniéndose o incluso ofreciendo su apoyo a Le Pen, que en los últimos años ha logrado ganarse el apoyo de la clase trabajadora. En cambio, Macron ha sido criticado por ser un amplio defensor de las empresas mientras que evitó cumplir con su promesa de reformar el sistema de pensiones y las instituciones francesas.

A favor Macron tiene el haber reducido el desempleo de 10% a 7,4%, con todo y los dos años de pandemia que ha enfrentado con sus altas y bajas en lo económico. Durante su mandato, quizás unas de las crisis más complicadas que ha enfrentado su Ejecutivo ha tenido que ver los "chalecos amarillos", el movimiento social que generó protestas y multitudinarias tras el anuncio de su gobierno de que subiría los impuestos a los carburantes. Por último, tampoco se ha escapado de las criticas por su manejo de la pandemia o por su manejo de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Para los próximos cinco años, Macron promete pleno empleo, recorte de impuestos por un valor de 16.000 millones de dólares al año para hogares y empresas, además de aumentar la edad de jubilación de 62 a 65 años. Igualmente ha asegurado que aumentará el gasto militar, su programa energético incluye la creación de hasta seis reactores nucleares, reducirá los engorrosos trámites de asilo y buscará darles mayor independencia a las universidades.

El cambio de Le Pen

Esta mujer de 53 años pasa por su tercera elección presidencial. Desde joven ha estado en contacto con la política siendo su padre el polémico Jean-Marie Le Pen, a quien ella misma destronó como presidente del partido que él mismo fundó tras conseguir el 67,65% de los votos en 2011.

Para llegar a donde está, Le Pen se ha visto en la obligación de cortar sus lazos con su padre debido a sus posiciones radicales. En 2015 tuvo que suspenderlo del partido debido a sus dichos donde quitaba importancia al Holocausto. Tras perder las elecciones del 2017, tomó la decisión de iniciar una gran transformación de su partido para empezar a suavizar su imagen. Desde entonces, su postura sobre los migrantes ha cambio y también su posición antieuropea, asegurando que ya no busca que Francia salga de la Unión Europea.

Pese a acercarse a los migrantes africanos o a las comunidades judías, el partido de Le Pen sigue siendo ampliamente asociado a la xenofobia. La candidata ha seguido abogando por reducir la inmigración y ampliar la producción local. Pese a esto, los franceses podrían hacer oídos sordos a las posturas más extremas de la candidata debido su viro mas izquierdista donde ha prometido mejorar el poder adquisitivo de la población o celebrar referéndums de iniciativa popular. Lo que no parece estar a su favor, es su cercanía con Vladímir Putin, actualmente en el centro de polémica por la invasión a Ucrania.

Le Pen apuesta por incentivar más restricciones para que los migrantes puedan acceder a Francia. Acabará con la reunificación familiar, dará acceso o a la vivienda social y el empleo, y deportar inmigrantes ilegales y delincuentes extranjeros. Por último, llama la atención su visión de convertir a la Unión Europea en una alianza de naciones para que las leyes del organismo no afecten de forma tan directa a los países miembros. @mundiario

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