El milagro no está en la Moncloa sino en el BCE, que es el que compra la deuda española

Crhistine Lagarde, presidenta del BCE.
Crhistine Lagarde, presidenta del BCE.
Sin disciplina fiscal, es decir, tirando de la deuda pública, España ha afrontado la crisis de la pandemia de manera satisfactoria. Pero el grifo del BCE se cerrará en 2023.
El milagro no está en la Moncloa sino en el BCE, que es el que compra la deuda española

Ha vuelto septiembre, un nuevo curso político –y económico– y los agentes sociales se preparan para afrontar retos de un calado extraordinario. España es un país con muchos más problemas que otros de su entorno, tanto por su situación anterior a la pandemia como, sobre todo, por las consecuencias económicas de la crisis sanitaria derivada de la propia pandemia.

En el ambiente hay una idea muy extendida, lanzada desde el Gobierno, según la cual España va a crecer mucho. Así, según Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía, la economía española tendrá un crecimiento “muy intenso” durante este año y el que viene, una recuperación que convertirá al país en “el motor económico de Europa”. Puede ser, pero eso no quiere decir que vaya a recuperar su propia posición y, en definitiva, a colocarse en un nivel homologable en la eurozona.

Es cierto que la UE aparcó hasta 2023 el regreso a la disciplina fiscal para evitar recaídas, pero también que el Banco Central Europeo (BCE) advierte del riesgo de una oleada de quiebras empresariales, a la que España no será ajena. ¿Por qué es esto así? La razón no está tanto en la recuperación –ojalá se cumplan todas las previsiones– como en la caída en picado.

Podría darse el caso de que España sea la campeona de Europa de la recuperación, pero aun así no sea suficiente para no descender de categoría. Todo se debe a que el PIB de España cayó casi un 11% mientras que la economía de la eurozona perdió un 6,5%. Otros países no tendrán que hacer tantos esfuerzos porque su situación ante los planes de recuperación es más cómoda. España perdió el 10,8% de su PIB pero la media de la economía mundial fue de un -3,2%, la media de las economías avanzadas, de un -4,6%, y EE UU solo cayó un 3,5%.

A pesar de todo, España sigue adelante con sus políticas expansivas en materias como las pensiones, la cobertura del desempleo –y de los ERTEs– y el incremento del salario mínimo. Es decir, España produce menos, mucho menos que antes de la crisis, pero va a gastar mucho más. ¿Cómo es posible semejante milagro, jamás visto antes? ¿Hay algún mago al frente del Gobierno?

Solo si los planes de recuperación funcionan y España moderniza su economía será posible que el país salga a flote de una crisis histórica  

La clave de todo está en el aumento de la deuda pública, que por esa misma razón bate récords históricos; es decir, el milagro no está en la Moncloa sino en el BCE, que es el que compra la deuda española, casi se puede decir que sin límite alguno. Pero esto no será para siempre, de modo que si España no empieza a interiorizar que en 2023 volverá a la disciplina fiscal las cosas se pueden poner realmente feas.

¿Qué será necesario? En primer lugar, que los planes de recuperación funcionen como un reloj suizo, ya que si la economía española no se restablece y genera suficientes ingresos públicos –vía impuestos–, el castillo de naipes se vendrá abajo. En un escenario así, España ya no podrá tirar de la línea de crédito ilimitado del BCE, por lo que si le falta dinero tendrá que ir a vender su deuda a los mercados y volveremos a hablar –día sí y día no– de aquello que medio nos habíamos olvidado: la prima de riesgo.

A estas alturas, el coste de la deuda ya es el principal gasto del Estado. Los sueldos de todos los funcionarios en un año suman menos que la inmensa bola de la deuda. No es agradable hablar de estas cosas, por eso el Gobierno orienta su comunicación en positivo, al sentirse campeón de Europa. Una pena que 2023 esté cada vez más cerca, a solo 16 meses. @J_L_Gomez

FMI y BCE. / Manel Vizoso

BCE y FMI. / Manel Vizoso

AL ALZA

El PIB

El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó en julio dos décimas sus previsiones de crecimiento para la economía española respecto a las que había previsto tres meses antes, hasta el 6,2%. Por el contrario, el FMI aumentó sus perspectivas para 2022, del 4,7% al 5,8%, al incorporar el impacto del plan europeo de recuperación, léase también Next Generation EU. Puede ser posible entonces que España sea la economía avanzada que más crecerá en 2022. La pregunta es: ¿será suficiente? @mundiario

A LA BAJA

El consenso

Además de aplicar políticas públicas de corte expansivo, hay coincidencia entre los expertos en que España deberá elevar el consumo y reforzar la inversión de las empresas, en paralelo con una buena gestión de los fondos europeos, especialmente de los llamados Next Generation EU. Ante la crisis, no hay una receta mágica ni simple, sino que cabe aplicar alternativas entrelazadas, tanto desde la esfera pública como privada. Pero falta consenso, en la política y entre los agentes sociales. @mundiario

Nadia Calviño. / RR SS

Nadia Calviño. / RR SS

 ––––––––– PROTAGONISTAS  –––––––––

> Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno.- Aboga por retomar “la senda de subida del salario mínimo”, sin poner en riesgo “el crecimiento y el empleo”, pero sobre todo cree que la reforma laboral en España debe “europeizar el mercado de trabajo” y “limitar el contrato temporal”.

> Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno.- Espera que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, no se oponga más a demorar la subida del SMI. Desde Unidas Podemos creen que el crecimiento de la economía abre la posibilidad de esta subida, algo que desde el PSOE no tienen tan claro.

> Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.- La patronal reitera que no considera que sea el momento para subir el salario mínimo interprofesional (SMI), tras ser convocada por el Gobierno, junto a sindicatos y la patronal Cepyme, para abordar este aumento. 

> Pepe Álvarez, líder de UGT.- Desde el sindicalismo esperan alcanzar un acuerdo con el Gobierno para subir el SMI este año en línea con la inflación. Su objetivo: llegar a los 1.060 euros a lo largo de 2022 y 2023. Lo que le interesa son “hechos y no palabras", advierte. @mundiario

 

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