¿Por qué la mentira y el postureo político no tienen castigo en España?

El pueblo debe despertar del letargo
Una pancarta.

Desgraciadamente, hasta tienen premio en muchas ocasiones. Incluso hay  diputados trabajando en las redes sociales para inducir al engaño en beneficio de su partido y seguidores que los retuitean.

¿Por qué la mentira y el postureo político no tienen castigo en España?

En Europa hemos visto dimisiones hasta  por  haber copiado en el bachillerato o por mentir. Un claro ejemplo es Alemania donde no existe una ley que exija la dimisión porque una simple sospecha recaiga sobre el partido o el gobierno, pero de hecho se hace. El gobierno de Merkel ya llevaba tres dimisiones por plagio o falsificar el currículum. Ahora la simple sospecha de plagio en su tesis hace que la ministra alemana de Familia, Franzisca Giffey, ofrezca su dimisión para no dañar a su partido pese a que se reafirma inocente y hace pública toda  la documentación sobre el tema. Estas costumbre democráticas quedan lejos de España donde mentir no es grave como afirmó la portavoz del Gobierno cuando dijo tranquilamente que Sánchez Presidente no era el Sánchez que había hecho afirmaciones contrarias durante la campaña de la moción de censura, que ahora era una persona diferente. Aquí podemos esperar años hasta que algún día sepamos que fue de las tesis de Esperanza Aguirre o Pedro Sánchez y lo más probable es que no lleguemos a saberlo o lo sepamos cuando ya no importe.

El criterio de Europa al afirmar que alguien que miente o engaña no puede tener un cargo público  porque no es de fiar, no aplica en España donde el odio al contrario político motiva el aplauso de cualquier afirmación que deteriore al enemigo aunque sea con falsedad. El todo vale porque el escucha es  considerado corto de mente o que los seguidores aplauden hasta el eco, es lo habitual. Así asistimos a situaciones de auténtico esperpento que poco tienen que ver con el sentido de estado. Ahora estamos el pleno absurdo del mensaje político. Pedro Sánchez pide la abstención del PP y de Cs para gobernar con Podemos y el apoyo de los nacionalistas cuando hace muy poco Albert  Rivera pidió la abstención del PSOE en Andalucía para evitar el apoyo de Vox, y la respuesta fue casi de mofa.

En Barcelona se quiso agrupar a las fuerzas constitucionalistas alrededor de un centro representado por un independiente, Valls, tanto el PP como el PSC se negaron y solo Cs lo apoyó, por cierto que visto los resultados  quizás no fue una buena idea hacerlo en solitario renunciando a sus siglas. Sin los otros partidos constitucionalistas el éxito se tornaba imposible.. No resulta muy extraño lo sucedido si tenemos en cuenta que a Sánchez ni se le pasa por la cabeza una gobierno con Cs o de concentración con PP y Cs, a los que en ningún momento hizo una oferta de pacto de gobierno. Lo  que sorprende es que Casado haya registrado la marca España Suma en toda el territorio nacional después de haberse negado a sumar en Barcelona y quedarse casi con un pie fuera en Cataluña donde solo obtuvo una diputado, Álvarez de Toledo,  que  afirma que la negativa de Cs a entrar en España Suma es un motivo personal de Albert Rivera.

Quien no tuvo tanta suerte con los cambios de criterio fue Pablo Iglesias. Su evolución desde los tiempos de Vallecas a los de Galapagar ha motivado que de la foto con los fundadores de Podemos solo queda él. El último en salir fue Íñigo Errejón que barrió a su antiguo partido en las elecciones autonómicas de Madrid, y el próximo será su rama andaluza que, pese a lo que se afirma, veo muy difícil que se una a Errejón. No olvidemos Teresa Rodriguez es líder de la radical corriente anticapitalista mientras que Errejón pretende moderarse.

El que se mantiene en sus trece es Albert Rivera cuyas promesas electorales ha llevado a Ciudadanos a perder alguna persona de características socialdemócratas, o a perder algunos ayuntamientos por mantenerse firme en su negativa a pactar con Vox. Al parecer las encuestas del CIS no son favorables a esta actitud pese a que al haberse demostrado de tenía razón en lo de los pactos de Navarra donde gobierna el PSOE gracias a Bildu, o en la vergüenza de pactar con JxCat de Puigdemont en la Diputación de Barcelona, es muy posible que eso haga reflexionar a sus seguidores sobre si el pacto con Sánchez tuvo alguna vez la más mínima oportunidad. Habrá que esperar porque Cs es el único que siempre crece aún sin tener los medios a favor.

Hay un dicho que afirma "no quieras para los demás lo que no quieras para tí", o "lo que es malo para ti es malo para los demás", pero que no cala en España. No se si habrá elecciones o no aunque todo apunta a que sí y pronto. Esperemos que nadie haga promesas que no pueda cumplir, que todos esperen a  conocer los resultados de la votación y después, y solo después,  se formen pactos programáticos  dentro de la Constitución porque hay más de cien asuntos urgentes que no permiten entretenerse en vanas discusiones. @mundiario

Comentarios