El mayor riesgo de Iñaki Urdangarin en la cárcel es el chantaje

Iñaki Urdangarin. / RR SS
Iñaki Urdangarin. / RR SS

Funcionarios de la cárcel de Brieva, en Ávila donde ingresó el exduque, aseguraron a Vanity Fair que el mayor problema que enfrenta el cuñado del Rey será no ser chantajeado por ser un personaje de “relevancia”.

El mayor riesgo de Iñaki Urdangarin en la cárcel es el chantaje

Iñaki Urdangarin ha ingresado en la prisión de Brieva, en Ávila donde cumplirá la pena de cinco años y 10 meses que se le adjuntan por su participación el llamado caso Nóos. Ahora, funcionarios de la cárcel hablaron con Vanity Fair donde señalaron que el exduque pasará por los mismos controles por los que pasa un preso común, es decir, deberá pasar por un control médico, luego un control psicológico y tendrá que hablar con los trabajadores sociales. Luego de esto, los expertos determinarán si acaso debe pasar por un régimen normal de pena o si acaso su situación es especial.

“Por el personaje, por la relevancia, por el riesgo que hay a que se deprima, probablemente, cuando le hagan la selección de ingreso, le asignarán un protocolo de cuidado y seguimiento especial por si tiene algún tipo de problema psicológico o ven probable suicidio. Entonces le darán una celda con un interno de confianza que le vigilará y controlará las 24 horas del día hasta que se vaya adaptando, porque esos primeros momentos son muy difíciles para cualquiera que pierda la libertad”, señalaron los funcionarios para Vanity Fair.

Según reseñaron, su proceso no se verá perjudicado por ser yerno y cuñado de reyes. “No es por ser el yerno del rey o el cuñado del rey, sino porque todas las personas que tienen una cierta relevancia social o económica la dirección del centro en el que ingresa toma excepcionales medidas para protegerlas”.

Las fuentes expresaron que la suerte de Urdangarin se verá afectada por ser una presa fácil para los chantajes. “Para las personas públicas, las que tienen dinero, el gran riesgo es que las chantajeen. Que les digan: ‘Si tu familia no pone tanto dinero en mi cuenta bancaria… te puede pasar algo”. Comentan que podría interpretarse como que le están brindado un trato especial, sin embargo, la dirección del centro debe velar por la seguridad de todos sus presos, y prestar especial atención a todos aquellos que sean un blanco fácil para otros prisioneros. “Algo que muchas veces se entiende como que la institución le da un trato especial o comodidades, pero no es así, es que es su deber velar por él para que no le violenten en el baño, para que no le hagan chantaje o le presionen”.

Sin embargo, las fuentes de Vanity Fair expresan que muchas veces son los propios presos quienes se “compran” su propia seguridad y dan un ejemplo: “Mario Conde era al final un jefe de su módulo porque tenía dinero y les compraba tabaco y Coca-Cola… y también porque tenía conocimientos en derecho y entonces les ayudaba con los recursos o en las dudas legales que pudieran tener. Así se ganó el respeto de la gente potencialmente peligrosa de su propio módulo y le protegían. Como ahora alguno del PP que da clases de inglés, algo que les normaliza del trauma que supone ingresar y bajar el nivel de vida al que están acostumbrados, y porque tener una actividad intelectual es muy positivo”.

También avisan que el ingreso del exduque puede ser traumático debido a que es un ambiente totalmente diferente, nada elegante y un poco exigente. “No sabe qué se va a encontrar, desconoce el ambiente. No es lo mismo tener una cama blanda que un talego, comer comida sofisticada que el rancho de la prisión, que es el que es. Es digno y suficiente, pero no es a la carta”, señalan. @mundiario

Comentarios