Las masivas protestas en Georgia consiguen tumbar la polémica ley de agentes extranjeros

Protestas contra la ley de agentes extranjeros en Georgia. / RR.SS.
Protestas contra la ley de agentes extranjeros en Georgia. / RR.SS.

El partido del Gobierno ha decidido retirar el proyecto de ley aprobado en el Parlamento, inspirado en la legislación rusa, que controlaría a las ONG y medios de comunicación.

Las masivas protestas en Georgia consiguen tumbar la polémica ley de agentes extranjeros

Las jornadas de protestas masivas en Georgia han conseguido presionar al partido gobernante, Sueño Georgiano, para echar por tierra el polémico proyecto de ley de agentes extranjeros, una norma inspirada en la legislación rusa de 2012 que pretendía registrar en una lista negra a todas las ONG, activistas y medios de comunicación que recibieran una quinta parte de sus fondos desde el exterior, para comenzar a exigirles unos estrictos requisitos que, si se llegaran a incumplir, podrían derivar en la clausura de las organizaciones.

“Como partido gobernante, hemos tomado la decisión de retirar incondicionalmente el proyecto de ley que apoyábamos”, ha informado la formación política oficialista en un comunicado difundido este jueves, tras dos días de protestas y fuertes críticas por parte de la Unión Europea, que calificaban a la nueva ley como un rastro de influencia rusa que sería usado por el Ejecutivo para tomar un camino más autocrático.

Las protestas comenzaron en Tiflis el martes, tras la aprobación del borrador de la ley en primera lectura en el Parlamento, con una cómoda mayoría. Las manifestaciones aumentaron rápido de intensidad, con enfrentamientos entre los asistentes y las fuerzas de seguridad. Hasta el momento, unas 133 personas han sido detenidas a las puertas del Legislativo, según el Ministerio del Interior, que ha detallado que los uniformados emplearon gases lacrimógenos, cañones de agua y armas sónicas para dispersar las protestas.

Los últimos choques con la policía se produjeron en la madrugada del jueves, cuando se incendiaron dos coches en Tiflis, uno de ellos era una patrulla. A las protestas se han unido los partidos de la oposición, que rechazan la entrada en vigor de la ley. El partido del Gobierno ha criticado a sus opositores políticos por difundir “mentiras” acerca del funcionamiento de la ley, aunque la propia UE y EE UU, así como organizaciones internacionales como Human Rights Watch han denunciado que la puesta en marcha de la ley supone un peligro para la libertad de prensa y el derecho de asociación.

La oposición convoca nuevas protestas

El proyecto de ley georgiano implicaba que todo activista u organización que reciba al menos el 20 % de sus fondos del exterior, debía ser registrado en una lista negra del Ministerio del Interior para imponerle una serie de restricciones y obligaciones, cuyo incumplimiento acarrearía el pago de multas e incluso penas de hasta cinco años de prisión. Sueño Georgiano había justificado su propuesta, alegando que se trataba de una maniobra para controlar a los críticos de la Iglesia Ortodoxa de Georgia, que sigue teniendo un importante poder político y social.

Los partidos de la oposición desconfían de que Sueño Georgiano pueda tumbar su tramitación parlamentaria, pues alegan que sus explicaciones son “ambiguas” de cómo anularía la norma recién aprobada en el Parlamento. Mientras, han llamado a seguir en las calles por precaución. “No creemos a Sueño Georgiano. Que explique cómo retira jurídicamente el proyecto. Por ahora el procedimiento es muy ambiguo”, ha asegurado el dirigente del partido Guircham, Tsotné Koberidze, en una rueda de prensa conjunta entre la oposición georgiana.

El partido Guircham y otras formaciones opositoras han convocado una nueva jornada de protestas para la tarde del jueves en la avenida Rustaveli, la principal arteria vial de la capital, para exigir la liberación de los cientos de manifestantes detenidos que han participado en las protestas de estos últimos días.

Georgia solicitó su ingreso a la UE en marzo del año pasado, impulsado por el estallido de la guerra en Ucrania, pero los Veintisiete se conformaron con concederle una visión europea y no le otorgaron el estatus de candidato, algo que sí consiguieron Ucrania y Moldavia. Bruselas argumentó que el rechazo se producía debido al estancamiento de las reformas políticas y judiciales exigidas por las autoridades comunitarias para iniciar el proceso de adhesión. @mundiario

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