Marine Le Pen sobrevive sonriente en la Francia del todos contra todos

Marine Le Pen en un mitin del Frente Nacional. / José Antequera
Marine Le Pen en un mitin del Frente Nacional. / José Antequera

La candidata del Frente Nacional disfruta mientras sus contrincantes son devorados por sus partidos y su falta de experiencia. Así está el panorama a 70 días de las elecciones.

Marine Le Pen sobrevive sonriente en la Francia del todos contra todos

A 70 días para que se celebren las elecciones, Francia no tiene absolutamente nada claro. La campaña ha entrado a su recta final con la incertidumbre reinando en todos los campamentos. Si cabía lugar a los pronósticos, los mismos candidatos se han encargado de echarlos a tierra. Primero fueron los resultados de las primarias de la derecha y la izquierda, posteriormente el escándalo de François Fillon y su esposa por unos supuestos contratos de ésta en el parlamento y posteriormente el ascenso precipitado de Emmanuel Macron. Todo ese vaivén ha dejado al Frente Nacional y a su líder Marine Le Pen como los únicos que han dejado claro su proyecto para el país.

A continuación, una descripción de la situación de los aspirantes a relevar a Francois Hollande en el Palacio del Elíseo, según un análisis presentado por El País:

Fillon

Compite con el partido conservador, Les Républicans (Los Republicanos). Hasta hace menos de tres semanas era el primer lugar indiscutible. No obstante, el escándalo por unos supuestos contratos que habría dado a su esposa mientras ocupaba un escaño en el Parlamento lo han arrastrado al lado oscuro, al punto que ha debido cancelar muchos de sus mitines tras ser recibido con gritos de "ladrón" e "impostor". Ante las acusaciones de los medios y de las autoridades judiciales, Fillon ha decidido optar por el contraataque como estrategia de defensa. Así, ha emitido el famoso discurso del victimismo, en el que se pone a sí mismo como la víctima de "una profunda injusticia", y ha arremetido contra la fiscalía por no "respetar la separación de poderes". Se ha comprometido a que si es hallado culpable, abandonará su candidatura.

La derecha

Y entre todo su predicamento, Fillon ha perdido también el apoyo de los suyos. Los diputados más leales al expresidente Nicolas Sarkozy han unido fuerzas para pedir su renuncia. "No se puede hacer campaña. Corremos hacia un desastre anunciado. Estamos ante una situación desastrosa", asegura Georges Fenech, principal líder de la insurgencia interna. Se ha llegado al punto que muchos líderes regionales han puesto obstáculos a Fillon para que no se presente en sus ciudades y regiones. Fillon se ha defendido diciendo que su renuncia sólo potenciaría los problemas.

Macron, la sorpresa del proceso

Macron emergió gracias a su partido En Marche! (En Marcha!). Rápidamente, y apoyado por la coyuntura de Fillon, este exministro se ha convertido a estas alturas como el gran favorito en los recientes sondeos. Pero su ímpetu no ha ido acompañado de un proyecto convincente, algo a lo que él mismo ha restado importancia al asegurar que la campaña no depende del programa. A esa falta de certeza se debe unir los posibles problemas de gobernabilidad que enfrentaría ante la poca representación que tendría en el Congreso.

La izquierda

Representada por Benoît Hamon, se ha quedado a las espaldas de los grandes candidatos. Como aceptado su papel en este proceso, el aspirante ha dedicado sus esfuerzos a encontrar aliados con otros partidos satélite y con los verdes. Las sociedades son su única esperanza para no quedarse en la primera vuelta.

Frente Nacional

Marine Le Pen es sin duda la gran ganadora de todo el alboroto que rodea al próximo hombre, o mujer, fuerte de París. El pasado 6 de febrero presentó su proyecto, en el que incluía 144 promesas. De todas ellas, resaltaban, no precisamente por buenas, sus medidas xenófobas y antiislamitas, así como una firme decisión en tratar a los delincuentes con mano dura y hacer todo lo posible por separarse de la Unión Europea. Pese a ello, y a la amplia lista de escándalos de corrupción en que ella y sus más afines acumulan en la fiscalía, el partido camina firme a ganar la primera vuelta.

El único consuelo para quienes temen al proyecto ultraderechista de Le Pen, es que los pronósticos la alejan del Elíseo para una eventual segunda vuelta.

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