En marcha la iniciativa de rebajar a 61 los diputados del Parlamento gallego

Sede del Parlamento de Galicia.
Sede del Parlamento de Galicia.

La propuesta de reducir a 61 el número de parlamentarios en Galicia puede ser un buen mensaje a la sociedad sobre la austeridad que debe afectar a todas las instituciones públicas.

En marcha la iniciativa de rebajar a 61 los diputados del Parlamento gallego

La propuesta de reducir a 61 el número de parlamentarios en Galicia puede ser un buen mensaje a la sociedad sobre la austeridad que debe afectar a todas las instituciones públicas.

El Partido Popular ha prometido en su campaña electoral rebajar el número de diputados en al Parlamento gallego de 75 a 61, dentro del marco de austeridad que se está viviendo en las instituciones y en la sociedad gallega. Con independencia del ahorro que se consiga, no cabe duda de que se trata de lanzar el mensaje a la sociedad gallega de que las instituciones políticas y administrativas también se aprietan el cinturón. La sociedad entiende mejor que se limite aquí el gasto que en otros campos, sobre todo los denominados de atención social.

El Estatuto de Autonomía de Galicia en su artículo 11.5 establece que el número de diputados quedará fijado entre 60 y 80. Es decir cualquier cantidad que se establezca respetando esos límites será plenamente estatutario, plenamente democrático y plenamente en consonancia con los principios fundacionales de la autonomía de Galicia, plasmados en el Estatuto. Nuestra  actual ley electoral está vigente desde 2004, después de haber sufrido algunas modificaciones, como la de elevar de 71 a 75 el número de parlamentarios.

En todo caso, a nadie se le escapa que la reducción del número de escaños reduce también la posibilidad de muchos políticos de ser elegidos. Es decir, habrá menos políticos con sueldo. Y esto afecta a todos los grupos, pero de una forma especial al PP, grupo que propone la reforma; por lo tanto, por este lado no se puede decir que esté buscando un beneficio.

Por otra parte, y desde un punto de vista más emocional que racional, los grupos de la oposición incluso afirman que se trata de un intento de pucherazo electoral por parte del PP. Esta es una tesis que ha sido desmontada por la realidad, por los hechos. Antes de las pasadas elecciones autonómicas el PP ya había planteado la necesidad de reducir diputados para mandar un mensaje de austeridad a la sociedad y conseguir mayor sintonía entre la Cámara autonómica y los gallegos. En esos momentos, los grupos de la oposición comenzaron a decir que la propuesta pretendía garantizar la mayoría popular, que los resultados no los veía nada claros el PP y sólo le quedaba el recurso a esta modificación en la ley electoral para mantener el Gobierno. Pues bien, la realidad de las urnas demostró que el PP consiguió una mayoría más abultada con el sistema de 75 diputados. Por lo tanto, si su objetivo fuese sólo mantener la mayoría, debía dejar todo como está: porque le beneficia más, porque tiene contentos a más dirigentes que pueden optar a un escaño y porque no tendría que enfrentarse a los ataques de las minorías parlamentarias, que serían las menos perjudicadas en número de escaños.

Todo lo anterior desmonta de forma rotunda las tesis de la oposición de los socialistas, nacionalistas y alternativos. Además, en el fondo, estos grupos están de acuerdo en que no se trata de una maniobra del PP. Es más, casi todos estarán de acuerdo conla reducción de escaños y con los argumentos esgrimidos, pero sus estrategias políticas les impide reconocer lo que es razonable. Y estoy convencido de que ninguno de los grupos parlamentarios está de acuerdo en abrir la posibilidad a que haya todavía más grupitos minoritarios en la Cámara autonómica como propone en su texto alternativo el BNG.

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