Manos limpias, bolsillos llenos

Cristina de Borbón. en el banquillo. / EP
Cristina de Borbón. en el banquillo. / EP

¿Por qué se producen las detenciones ahora justo cuando el caso de Cristina de Borbón está en las últimas? ¿Para reducir su presunta responsabilidad en los actos presuntamente delictivos de su marido Urdangarín?

Manos limpias, bolsillos llenos

Hace años irrumpió en España Manos limpias, una asociación que se decía sindicato. Se hizo acusación popular en todos los casos judiciales de cierta repercusión social y mediática. No se sabía de dónde podía sacar tantos recursos financieros para hacer frente a una actividad judicial tan frenética. Un altruismo tan desmedido era más que sospechoso, pero el nombre amable de Manos limpias neutralizaba el olor a corrupción que destilaba la política patria. Se supo también, aunque en sueltos periodísticos de menor relevancia, que su presidente era un fascista de toda la vida.

Ausbanc, por su parte, se presentaba como organismo de defensa de los consumidores frente a las tropelías y abusos del sector bancario. También era dirigida por un personaje de la ultraderecha franquista y fascista.

Ambos directivos han sido detenidos y los dos se defienden diciendo que han trabajado por España y el pueblo español (sic).

¿Por qué se producen las detenciones ahora justo cuando el caso de Cristina de Borbón está en las últimas? ¿Para reducir su presunta responsabilidad en los actos presuntamente delictivos de su marido Urdangarín?

Manos limpias y Ausbanc unieron sus fuerzas para extorsionar a personajes inmersos en causas judiciales a cambio de no presentarse como acusación particular en sus procedimientos abiertos o para solicitar fuertes sumas de dinero a entidades bancarias o de crédito por no sacar a la luz informaciones negativas y trapos sucios de sus firmas. De esta forma combinada, las arcas de sus líderes y acólitos subieron como la espuma. Sin embargo, aunque todo parece muy criminal y recusable penalmente, asaltan varias dudas al respecto. ¿Por qué se producen las detenciones ahora justo cuando el caso de Cristina de Borbón está en las últimas? ¿Para reducir su presunta responsabilidad en los actos presuntamente delictivos de su marido Urdangarín? Estamos en un instante procesal muy oportuno para invalidar las actuaciones que afecten a la hermana del rey. Más interrogantes. ¿Por qué prefirieron dejarse chantajear los poderosos bancos y no denunciarlo, como era preceptivo y de rigor, a la policía y la justicia? ¿Por qué se desconoce la titularidad de las firmas extorsionadas? ¿Qué tienen que esconder? Demasiadas preguntas sin respuesta en un asunto de naturaleza muy turbia, de cloaca ultraderechista e informaciones reservadas que afectan a los principales entes bancarios de España. No obstante, reparemos en un dato elocuente: los líderes de Manos limpias y Ausbanc deben saber más que mucho de personalidades de alto postín y de las finanzas de la elite. Su información, si saliera a relucir, cabría suponer que pudiera manchar bastantes honores patricios y poses de pasarela selecta. ¿Interesa de verdad que ambos permanezcan encarcelados o solo ha sido un susto preventivo para pararles los pies? La incógnita aún seguirá sin despejarse por algún tiempo.

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