Mali exige coordinación sobre el terreno entre su ejército y las fuerzas internacionales

Los países limítrofes a Mali como Mauritania, Argelia y Níger tienen que prestar su apoyo a esta necesaria operación, pues si el proyecto de los terroristas triunfa se enfrentarán a un grave problema con el tiempo.
Mali exige coordinación sobre el terreno entre su ejército y las fuerzas internacionales

Les gens de DjenneMali es un país crisol de etnias y culturas Baron via Compfight

La mayor parte de la población del norte de Mali, un país crisol de etnias y culturas, sobre la que la barbarie islamista ha impuesto su tiranía, espera con angustia que los burocratizados organismos internacionales (ONU, Consejo de Seguridad, etc.) y los países decididos a hacerlo, consideren con urgencia el envío de fuerzas militares especializadas en combatir organizaciones terroristas, que aspiran a instaurar un régimen donde la corrupción, el contrabando de armas, la sharia más brutal y la desestabilización de toda la zona son sus aspiraciones. Los países limítrofes a Mali como Mauritania, Argelia y Níger tienen que prestar su apoyo a esta necesaria operación, pues si el proyecto de los terroristas triunfa se enfrentarán a un grave problema con el tiempo. Ni ellos ni la comunidad internacional pueden permitir que suceda, pero la proverbial lentitud de los grandes paquidermos internacionales como la ONU no ayuda demasiado. Será necesaria además una gran coordinación sobre el terreno entre el ejército de Mali y las fuerzas internacionales para devolver a ese país la estabilidad, el control de los territorios del norte, de sus fronteras y del río Níger. Para ello, la derrota de los grupos como Ansar Din y los asociados a Al-Qaeda tiene que ser demoledora, al tiempo que el gobierno de Bamako y la presidencia del país tendrán que  dialogar con los tuaregs para llegar a un acuerdo de integración  satisfactorio para éstos. Los días pasan y el problema se agrava. ¿Hasta cuándo?

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