Maduro saca los tanques a las calle para que los venezolanos olviden la realidad cotidiana

Material de guerra de última generación en Venezuela.
Material de guerra de última generación en Venezuela.

En sus dos años de gobierno marcados por alta inflación, desabastecimiento y recesión, Maduro ha denunciado al menos una decena de complots para golpes de Estado e intentos de magnicidio.

Maduro saca los tanques a las calle para que los venezolanos olviden la realidad cotidiana

En sus dos años de gobierno marcados por alta inflación, desabastecimiento y recesión, Maduro ha denunciado al menos una decena de complots para golpes de Estado e intentos de magnicidio.

El despliegue militar que estos días exhibe el Ejército Bolivariano de Venezuela, y que se presenta como una advertencia ante una posible invasión norteamericana, es un acto puramente teatral, ya conocido, para el consumo interno. Propaganda, en suma, a la que tan aficionado es Maduro como lo era, pero con más gracia, su predecesor el teniente coronel Chávez. Es la respuesta a las manifestaciones recientes de Barack Obama en las que calificó a Venezuela de "amenaza inusual y extraordinaria". Tal y como están las cosas tampoco, el primer mandatario norteamericano ha estado oportuno.

Cien mil hombres, con blindados anfibios chinos y misiles rusos, han venido participando estos días en dos semanas de despliegue militar y maniobras en todo el territorio venezolano: Desembarcos de infantería de marina en zonas de refinerías, prácticas de tiro de brigadas blindadas en el occidente hacia la frontera con Colombia, y ejercicios con sofisticados sistemas antiaéreos conforman las maniobras.

También grupos de trabajadores de industrias básicas (siderúrgicas, refinerías, centrales eléctricas) organizados en "unidades combatientes" realizaron simulacros de defensa de sus sitios de trabajo y enfrentamiento a "saboteadores infiltrados", todo profusamente cubierto por la televisión gubernamental, según se informó machaconamente a los venezolanos. Incluso se hicieron ficciones teatrales en algunas fábricas, en que los patriotas detienen a un traidor “vendepatrias” con la ayuda de los soldados.

Maduro, -que a lo largo de sus dos años de gobierno marcados por alta inflación, desabastecimiento y recesión, ha denunciado al menos una decena de complots para golpes de Estado e intentos de magnicidio, en los que involucró a la oposición y a Estados Unidos-, trata, con este despliegue, que los venezolanos se olviden de la crítica situación en la que viven. La puesta en escena es nueva, pero el guión es viejo.

Ocurrió hace años siete años, en el programa “Aló Presidente”, Chávez ordenó al jefe del Ejército bolivariano desplegar 10 batallones hacia la frontera con Colombia. Fue un acto puramente teatral, si efecto alguno, para consumo interno, no se movió a nadie. La muerte del número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, fue el detonante de una crisis diplomática entre Bogotá, por una parte, y Quito y Caracas, por el otro, ya que el guerrillero murió en una operación del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano.

Más tarde, el presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó al ministro de Defensa que movilizase diez batallones hasta la frontera con Colombia y al ministro de Exteriores, entonces Nicolás Maduro, el cierre de la Embajada en Bogotá en apoyo a Ecuador. El presidente venezolano no dudó en calificar la muerte de Reyes de "cobarde asesinato" de un buen revolucionario".

A raíz de este incidente, los organismos internacionales que estudian qué puede pasar cuando se desencadena un conflicto como éste, llegaron a la conclusión de que en una guerra entre Venezuela y Colombia, la nación bolivariana sería derrotada en 24 horas, dados el mayor tamaño y experiencia militar de Colombia y el asegurado apoyo norteamericano.

Colombia neutralizaría con rapidez las instalaciones militares de Maracay, ciudad fuerte venezolana. En otros casos, como la ciudad militar de Valencia, la brigada acorazada allí asentada no llegaría ni a salir de su base. Con 590.000 efectivos, el Ejército Nacional de Colombia supera ampliamente a su vecino. En cuanto a efectivos reales, Venezuela cuenta con 235.000 soldados. Pero la propaganda oficial afirma que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana[ (FANB) de la República Bolivariana de Venezuela está integrada por alrededor de 950.000 a 1.000.000 combatientes activos, entre ellos, una creciente Milicia Nacional Bolivariana formada por cientos de miles de hombres y mujeres en capacidad de prestar servicios como reservistas. Pero es evidente que la diferencia es favorable a Colombia en el plano estrictamente militar.

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