Maduro intenta comprar a los diputados opositores para evitar la reelección de Guaidó

Juan Guaidó en un acto religioso el pasado febrero. / FB Juan Guaido
Juan Guaidó en un acto religioso el pasado febrero. / FB Juan Guaido
El próximo enero la Asamblea Nacional venezolana deberá votar por un nuevo presidente para el órgano legislativo. En un principio todos daban por hecho la reelección de Guaidó, pero la ofensiva chavista intenta frustrar este plan por medio de la compra de lealtades.
Maduro intenta comprar a los diputados opositores para evitar la reelección de Guaidó

La continuidad de Juan Guaidó como presidente de la Asamble Nacional peligra gracias a que el chavismo intenta evitarlo sobornando a diputados opositores. Aunque la situación aún no es delicada, si es preocupante y pone en duda su liderazgo no solo como cabeza del órgano legislativo, sino también como presidente interino de la nación.

Los opositores acusan al régimen de Nicolás Maduro de llevar a cabo la Operación Alacrán, que tiene como objetivo comprar el apoyo de los diputados opositores e intimidarlos para que no voten a favor de Guaidó el próximo 5 de enero.

El gobierno de Maduro estaría ofreciendo cifras millonarias a los diputados para que estos voten encontra de Guaidó, que por ahora parece tener el apoyo de los grandes partidos opositores que conforman la Asamblea. 

La maniobra consistiría en pagar una suma millonaria en divisa extranjera que se abonaría en dos partes. Con esto buscan corromper la unidad de los opositores y hacer que pierdan sus cargos.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el partido del régimen chavista, es minoría en la Asamblea con 51 diputados, mientras que los opositores llegan a los 93, que por ahora, son fieles a Guaidó. El quórum se logra con 84 escaños y el presidente y la junta de la Asamblea son electos con mayoría simple.

El problema es que 27 diputados opositores está exiliados, unos 29 enjuiciados sin que se tenga en cuenta su inmunidad parlamentaria, entre ellos, están Juan Requenses que lleva más de un año en espera de un juicio y Gilber Caro, detenido el pasado fin de semana y que ahora el chavismo acusa de unos recientes actos ocurridos al sur de Venezuela. 

Para intentar blindar la votación, la mayoría opositora votó por una resolución que permite el voto de los diputados exiliados por medio de la tecnología. Pero en un intento de evitarlo, el Supremo en manos del chaviso declaró la medida ilegal, sin embargo, la Asamblea no reconoce este organismo, por lo que previsiblemente seguirá con su resolución.

Varios diputados han sido expulsados de sus partidos por haber aceptado estos sobornos o haber incurrido en hechos corruptos. Por ahora, Guaidó sigue contando con el apoyo de los grandes partidos opositores, pero es complicado determinar como acabará la votación del 5 de enero. 

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