Macron condena el nacionalismo y pide la unión en Europa

Emmanuel Macron, presidente de Francia. / El Español.
Emmanuel Macron, presidente de Francia. / El Español.

El líder francés pronunció un discurso en el que dejó en evidencia su rechazo al nacionalismo y a las ideologías oscurantistas y cargó contra el "egoísmo de un pueblo que sólo vela por sus intereses", un ligero dardo a Trump.

Macron condena el nacionalismo y pide la unión en Europa

A las once de la mañana de este domingo, repicaron las campanas en Francia, tal como hace exactamente cien años, cuando a las once del día once del mes once, pero del año 1918, entró en vigencia el armisticio que se firmó en un vagón de tren estacionado en medio del bosque de Compiègne, al norte de París. Hoy, se cumple el centenario del fin de una guerra que acabó con la vida de más de 16 millones de personas alrededor del mundo.

Con tal motivo, se celebró una ceremonia de conmemoración del armisticio de la Primera Guerra Mundial, a los pies del Arco del Triunfo de París, en una jornada marcada por la lluvia y que tuvo como protagonista al presidente de Francia, Emmanuel Macron. El mandatario francés sabía que era una oportunidad de oro ante 70 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos Felipe VI, y no la desaprovechó.

Macron invitó solemnemente a los líderes mundiales a trabajar juntos por la paz y a mejorar la sociedad en todos los ámbitos, poco antes de pronunciar un discurso en el que dejó en evidencia su rechazo al nacionalismo y a las ideologías oscurantistas. El presidente de Francia remarcó que sólo hay dos "combates" válidos y son aquellos contra la "paz y un mundo mejor".

Patriotismo y nacionalismo cara a cara

Durante la ceremonia, el líder francés contrapuso las virtudes del patriotismo al nacionalismo, afirmando que el primero es todo lo opuesto al segundo, que, a su juicio, "lo traiciona". Macron señaló que "el rencor de un pueblo contra otros" no puede ser la lección aprendida de la Gran Guerra, sino más bien los posteriores intentos de construir la paz con "las primeras cooperaciones internacionales".

El presidente galo explicó que, de hecho, luego del conflicto los gobiernos intentaron modificar fronteras y desmantelaron imperios, pero "la humillación, el espíritu de revancha y la crisis económica y moral" alimentaron el auge del nacionalismo y el totalitarismo hasta dar paso a la Segunda Guerra Mundial.

¿Un recado a Trump?

Macron cargó contra el "egoísmo de un pueblo que sólo vela por sus intereses", un comentario que resultó imposible ver como algo distinto a una reprimenda al presidente Donald Trump y su política exterior "América primero". El líder francés dijo que decir "nuestros intereses primero y qué importan los de los otros" no hace más que "borrar lo más precioso que tiene una nación, lo que la hace vivir y la lleva a ser grande: sus valores morales".

Una contundente advertencia

En esta línea del totalitarismo, Macron advirtió de que, en la actualidad, están volviendo a aparecer "los antiguos demonios" listos para causar "el caos y la muerte"; que la "historia amenaza con reanudar su pasado trágico". Por ello, remarcó la "inmensa responsabilidad" que tiene cada uno de los líderes mundiales de no cometer los errores del pasado, para evitar que la historia tome "un curso siniestro una vez más", dijo el mandatario francés al pie del Arco del Triunfo.

Finalmente, Emmanuel Macron llamó a estrechar los lazos y puso como ejemplo a la Unión Europea –"una unión libremente consentida nunca vista en la historia, que nos libra de guerras civiles"– y a la Organización de Naciones Unidas –"la garante del espíritu para defender los bienes comunes de un mundo cuyo destino permanentemente unido"–, antes de poner fin a su discurso con un rotundo "viva la paz y la amistad entre los pueblos" y "viva Francia". @mundiario

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