Lula da Silva y Dilma Rousseff son imputados por corrupción

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Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil; y Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil. / RR SS.

Un juez imputa a los dos expresidentes y a la cúpula más fuerte del Partido de los Trabajadores por presuntamente ser los orquestadores de las tramas corruptas del caso Petrobras. Esta es la denuncia más ambiciosa de que se haya visto en toda Latinoamérica y amenaza con llevar a la cárcel a dos expresidentes, uno de ellos, ya cumple condena por otro caso y tiene otros cinco en espera.

Lula da Silva y Dilma Rousseff son imputados por corrupción

Las aguas siguen muy turbias en Brasil. Luego de la victoria del ultraderechista Jair Bolsonaro, acabando así con los años de poder del Partido de los Trabajadores (PT), un juez ha imputado a los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva, y a su sucesora, Dilma Rousseff, acusados por ser los orquestadores de distintas tramas corruptas en el caso Petrobras. Pero no solo los líderes, la denuncia también involucra a otros altos cargos del partido, dejando así al PT como principal autor de uno de los mayores esquemas de desvío y lavado de fondos públicos en la historia reciente de Brasil.

La denuncia reseña que entre todos los involucrados, lograron recibir un estimado de 1.500 millones de reales, que se traducen en 342 millones de euros, en sobornos. Este caso lleva siendo investigado desde hacía cuatro años y ha provocado ya el encarcelamiento de varios políticos veteranos del país latinoamericano, específicamente, del PT. Entre ellos destaca Lula da Silva, que intentó librarse de la cárcel siendo candidato en las pasadas elecciones, pero el Tribunal Electoral bloqueó esta medida ocasionando así que el candidato más popular de Brasil, a pesar de la corrupción, quedara fuera de la carrera electoral.

Sobre da Silva pesan cinco procesos que todavía aguardan sentencia, esta nueva denuncia, sería el sexto proceso al que se enfrenta. Junto al expresidente, nos topamos con su sucesora, la destituida Dilma Rousseff; la presidenta del PT, Gleisi Hoffman; el que fuera ministro de Hacienda de Lula, Antonio Palocci; otro exministro de Hacienda, Guido Mantega; Paulo Bernardes y Edinho Silva, ambos exministros de Comunicación; y el extesorero del partido, João Vaccari Neto. Todo ellos miembros prominentes del PT.

La denuncia fue presentada en septiembre del 2017 por la Fiscalía General y estuvo en pausa hasta que el Supremo decidió recientemente que debía continuar en manos del juez Vallisney de Souza. Hace un año, cuando el proceso se detuvo, el PT aun estaba en la cima del poder, pero ahora, con la victoria de Bolsonaro y la imagen de Lula y Rousseff cada vez más corroída, el partido pasa por una de sus etapas más difíciles. Durante 15 años, el partido ha sido uno de los más influyentes de Latinoamérica, pero los casos de corrupción de sus políticos han empañado su trayectoria. Además, el presidente electo amenaza con terminar de acabar con el partido ya que nunca ha ocultado su odio por el mismo, incluso llegando a nombrar como su ministro de Justicia a Sérgio Moro, uno de los principales magistrados encargados de encarcelar a Lula.

El PT se ha limitado a expresar que este nuevo proceso forma parte de “la persecución judicial iniciada contra el expresidente en 2016”. En otra nota expresan que la expresidenta Rousseff “jamás fue interrogada por las autoridades policiales o judiciales sobre las acusaciones que le son hechas” y sostienen que la decisión del juez está basada “en una clara tentativa de criminalizar al PT”.@mundiario

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