¿La llegada de Bachelet a Venezuela marcará alguna diferencia?

Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, aterriza a una Venezuela muy diferente de la que seguramente recordará. La política llegó a Caracas para constatar la grave crisis que atraviesa el país e intentar mediar en una solución política para salir de ella. La visita durará tres días y el plan es reunirse con los líderes de los dos bandos que se disputan el poder en la nación caribeña: Nicolás Maduro y Juan Guaidó. Pero también tiene previsto reunirse con víctimas de abusos y violaciones derechos humanos, representantes de diversas ONG y diplomáticos.

Esta es la primera vez que un alto funcionario de la ONU viaja a Venezuela en los últimos años y resultará interesante ver cuál será la reacción de la expresidenta al final de su visita. La última vez que Bachelet viajó a dicho país fue en 2007, cuando aún gobernaba Hugo Chávez, para asistir como jefa de Estado de Chile a la I Cumbre Energética Sudamericana.

En aquellos tiempos la economía del país no estaba por los suelos, y solo se veían algunas protestas por el crecimiento del autoritarismo de parte de Chávez. Pero ahora las cosas han cambiado, la economía del país más rico en reservas petroleras está en bancarrota, no hay muchos pronósticos positivos, los venezolanos se encuentran regados por todo el mundo y los organismos internacionales se han hecho eco de la crisis que atraviesa la nación.

Con la llegada de la alta comisionada, el chavismo intenta suavizar su imagen liberando al diputado opositor Gilbert Caro, que estuvo desaparecido por 53 días luego de haber sido detenido por agentes del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional). Pero lo hecho por el chavismo es solo un intento de nada, porque aún se calcula que hay unos 693 presos políticos en el país, según la ONG Foro Penal.

Pero la visita de Bachelet quizás solo quede en lo simbólico. Maduro se apoya en su teoría de culpar a EE UU, Colombia o la oposición de llevar a cabo una guerra económica que ha acabado con el país, y hará que la visita de la alta comisionada solo sirva para legitimar su imagen ante el mundo. Aunque no olvidemos que dos misiones de la oficina de los Derechos Humanos de la ONU ya visitaron Venezuela en 2017 y 2018, redactando dos informes que dejaban muy mal parado a Maduro y compañía. Lo cierto es que la opinión final de Bachelet sobre la situación del país caribeño se conocerá el 5 de julio, cuando debería cerrarse un documento final con recomendaciones para paliar la crisis. @mundiario