¿Llamar terrorista a un ex miembro del FRAP está protegido por la inmunidad parlamentaria?

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El emblema del FRAP no deja dudas.
El artículo 71.1 de la Constitución señala que los diputados gozan de inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones y no pueden ser perseguidos por las opiniones manifestadas y vertidas con ocasión del ejercicio de las mismas. Sin embargo, Iglesias acusó a Cayetana de cometer un delito.
¿Llamar terrorista a un ex miembro del FRAP está protegido por la inmunidad parlamentaria?

Cuando en respuesta a las alusiones de la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, de que su padre, antiguo miembro del FRAP, el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias demostró desconocer alguna de las prerrogativas que amparan a los diputados y senadores en el ejercicio de su función, en sesión de la cámara, en cuanto a lo que digan, sea un disparate o una alusión de mal gusto o cosa parecido. El artículo 71.1 de la Constitución señala que los diputados gozan de inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones. Esto significa que los miembros de las cámaras no responden jurídicamente y por tanto no pueden ser perseguidos o demandados por las opiniones manifestadas y vertidas con ocasión del ejercicio de sus funciones. Sin embargo, Iglesias acusó a Cayetana de cometer un delito.

El bien jurídico que protege la inviolabilidad es la libertad de expresión. La inviolabilidad impide cualquier procedimiento judicial tanto en el ámbito penal como en el ámbito civil. No es posible una querella penal y una demanda civil por las opiniones manifestadas en el ejercicio de las funciones que se encuentran protegidas por la garantía de la inviolabilidad. La inviolabilidad extiende sus efectos temporales de manera indefinida por lo que tampoco es posible un procedimiento judicial por las opiniones vertidas en sus funciones parlamentarias cuando ha dejado de ser parlamentario.

El alcance de ese privilegio es concreta y especialmente las propias opiniones manifestadas, pero se extienden a otras intervenciones o manifestaciones de posición en votaciones o proposiciones no de ley. Ahora bien, el reglamento de la Cámara puede sancionar expresiones inadecuadas a través de las potestades disciplinarias que ejercen las propias cámaras. Es costumbre, en la tradición parlamentaria española, que cuando un diputado o senador se excede, el presidente de la cámara le invite a que retire las expresiones inadecuadas u ofensiva, y que, en todo caso, tome la decisión de que sean retiradas del acta. No se borran, pero sí se acotan entendiendo que tales expresiones no fueron proferidas.

En la II República se dieron en el Congreso situaciones divertidas. En una de ellas, un diputado de la izquierda aludió a la ropa interior de un diputado de la derecha, considerando que hasta sus calzoncillos eran expresión de lo antiguo que era, a lo que el aludido respondió: “Qué indiscreta es su señora”.

La cuestión de fondo, ¿El FRAP grupo terrorista?

El Partido Comunista de España (marxista-leninista), impulsor del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), cometió diversos asesinatos de policías y causó no pocos estragos, especialmente en oficinas bancarias. Dado su carácter estalinista hizo especialmente objetivo de sus ataques al Eurocomunismo de Santiago Carrillo. Tanto en su emblema como en los documentos donde expresa su doctrina considerada la lucha armada como una herramienta necesaria para alcanzar sus objetivos. En la transición se opuso al consenso constitucional. Pese a ello, se benefició de la amnistía, lo que, tras la renuncia a la violencia, fue legalidado como partido en 1981, y llevó una escasa actividad hasta que fue disuelto en 1992. En 2006 pretendió reconstituirse, y muchos de sus antiguos miembros acabaron en Podemos.

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Pablo Iglesias defiende el pasado de su padre.

La primera víctima de las acciones violentas del PC-ML, cuando el FRAP todavía estaba en proceso de formación, se produjo el primero de mayo de 1973. Militantes de estas organizaciones se concentraron en la plaza de Antón Martín de Madrid, provistos de toda clase de palos, barras de hierro, navajas y otros objetos contundentes (en incluso prepararon un sistema asistencial previsoramente). En el enfrentamiento con la Policía fue apuñalado el subinspector Juan Antonio Fernández y resultaron heridos otros dos.

Una de las características del FRAP es que presentaba sus actos “como acciones de autodefensa y justicia popular”, expresión la primera que ahora recuperan algunos digitales de los que habitualmente apoyan al Gobierno. El FRAP se deslizó hacia la violencia de modo progresivo, sufriendo al tiempo las medidas represivas de la policía de la época. El FRAP fue fundado oficialmente en Paris en 1973, como organización desprendida del PC-ml, y en 1975 rivalizó fue especialmente intensa en universidades, institutos y barrios obreros de Madrid.

En el plano político quiso dar respuesta a la aparición de la Junta Democrática, pero fracasó en su intento de promover la creación de los llamados Comités de Unidad Popular (CUP), recrudeciendo los ataques a Carrillo y al PCE, al tiempo que hacía un llamamiento a la “violencia revolucionaria”. Su confirmación como grupo terrorista lo confirmaron los sucesivos asesinados de agentes de policía, cometidos por sus comandos, aparte de intensificar atracos, asaltos a empresas e intentar desencadenas conflictos laborales.

Los tres últimos fusilados

Hoy en día, se trata de considerar que tres de sus miembros (José Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz) fusilados el 27 de septiembre junto con dos miembros de ETA en las últimas ejecuciones del franquismo (pese a la propia mediación del Papa Pablo VI) fueron tres “mártires de la libertad” y son objeto de homenajes. La persecución al FRAP fue una de las principales actividades del Tribunal de Orden Público que entre 1975 y 1976 conoció 49 causas contra sus militantes.

Durante la transición, el FRAP se abstuvo de renunciar a la violencia y de integrarse en las organizaciones de coordinación democrática (Junta, Plataforma y Platajunta), a las que calificó de “estercolero”. El PC-ml fue desactivando el FRAP y creó como alternativa “La Convención Republicana de los Pueblos de España”, que igualmente fracasó. No obstante, su principal actividad fue promover manifestaciones a favor de la amnistía que finalmente, sería concedida por el Gobierno de Suárez (en dos etapas, 30 de julio de 1976 y 15 de octubre de 1977) que dejó en la calle a todos los comandos del FRAP y el resto de las organizaciones terroristas. Al final, tras una azarosa vida, el PCE-ml se disolvería en 1992. Algunos de sus miembros se afiliaron al PSOE ante de pedir el ingreso en el PCE de Carrillo.

En Vigo, el FRAP llegó a tener una discreta organización, pero muy activa. El encargado de llevar los comunicados a la prensa era un empleado de una entidad bancaria de la ciudad, persona de gran simpatía personal, a quien conocí y traté y que posteriormente evolucionó como otros miembros de su partido, hacia posiciones más templadas. @mundiario

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