La ley de Memoria Democrática sale adelante pese al rechazo de las derechas

Diputados aplauden en el Congreso. / RR.SS.
Diputados aplauden en el Congreso. / RR.SS.

El apoyo de EH Bildu, crucial para la tramitación de esta nueva normativa, ha encendido el debate en el pleno del Congreso, causando la irritación del PP, Vox y Ciudadanos.

La ley de Memoria Democrática sale adelante pese al rechazo de las derechas

Una sesión cargada de tensión se celebró en el Congreso, toda vez que el polémico apoyo de EH Bildu ha sido crucial para que la ley de Memoria Democrática saliera adelante este jueves, un proyecto condenado hasta la saciedad por el PP, Vox y Ciudadanos, que votaron en contra en medio de un agresivo debate que no dejó indiferente a nadie, con cuchillazos volando en todas direcciones, de izquierda a derecha.

El Gobierno de coalición salió a defender nuevamente que el proyecto de ley se trata de una iniciativa que “protege a todas las víctimas”, pese a que las derechas argumenten lo contrario. El PSOE y Unidas Podemos sostienen que se ampara a las víctimas de la guerra civil y “aquellas que lucharon durante la Transición”, mientras el bloque conservador afirma que es un texto “sectario y excluyente” que no pensarán ni un segundo para derogarla cuando en algún momento lleguen a gobernar.

La nueva norma ha salido adelante con 173 votos a favor del PSOE, Unidas Podemos, el PNV, EH Bildu, PDeCat, Más País y Compromís, frente al rechazo rotundo del PP, Vox y Ciudadanos, a cuyos ‘noes’ se les sumaron los votos en contra de Junts y de la CUP. ERC y el BNG decidieron abstenerse, por lo que la moción pasa al Senado para continuar su tramitación.

La ley de Memoria Democrática fue aprobada hace casi un año en el Consejo de Ministros, pero el Gobierno reservó su tramitación hasta que consiguiera acercamientos suficientes con los grupos minoritarios. Ahora, tras conseguir pactar con Bildu al ceder se reconozcan a las víctimas de torturas hasta 1983, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez consigue aprobar una de sus medidas estrella, y más controversiales hasta ahora.

La “instrumentalización” de las víctimas

La ampliación del año del reconocimiento de las víctimas a 1983, con la meta de Bildu en la indagación de supuestos delitos de lesa humanidad cometidos hasta ese año. Es asunto que, según explica RTVE, “podría afectar al caso de los GAL del gobierno de Felipe González, entre otras enmiendas”.

Además de ello, la nueva ley incluye nuevos aspectos como la creación un censo de víctimas, la responsabilidad del Estado que de ahora en adelante liderará las exhumaciones, declara el sistema franquista ilegal o la incorporación de sanciones de hasta 150.000 euros por destruir fosas o enaltecer el franquismo.

Otra polémica que involucró la aprobación de esta norma fue la reunión convocada por el presidente de Alberto Núñez Feijóo con las víctimas del terrorismo, en el Congreso, coincidiendo con la discusión en el Congreso. Fue un gesto que irritó a los socialistas, que amplificó sus críticas a los populares, a quienes acusan de “utilizar” a las víctimas y de “instrumentalizar” su dolor políticamente, un discurso que pronunciaron Pedro Sánchez y la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua en el debate del estado de la nación.

Para el PP es una ley “sectaria y excluyente” que fue “redactada por el brazo político de una organización terrorista”. El diputado popular Jaime Mateu Istúriz, cuyo padre y hermano fueron asesinados por ETA, intervino bautizando la norma como “ley Bildu o ley de memoria totalitaria”. El parlamentario ha preguntado abiertamente al presidente Sánchez, quien hace un par de años aseguró que no pactaría con Bildu, “cómo tienen la poca vergüenza” de “pactar con los herederos políticos de ETA”.

Vox irrita a ERC sobre Puig Antich

Chispas saltaron cuando el diputado de Vox, Francisco Contreras, criticara que la ley “no contempla a las víctimas asesinadas por el frente popular en los años 30”, ha dicho cargado de imágenes de personas asesinadas a manos de elementos izquierdistas durante la Guerra Civil. Pero el clímax de su intervención ocurrió cuando retomó el tema del joven anarquista Salvador Puig Antich, ejecutado a garrote vil en 1974, que había evocado primero la diputada de ERC, Carolina Telechea.

“Se le ha olvidado decir que Puig Antich fue ejecutado no por ser anarquista, sino por matar a un policía. Se llamaba Francisco Anguas y tenía 24 años”, ha sido la frase que propició que los diputados de ERC y algunos de Unidas Podemos se levantaran de sus escaños, para salir inmediatamente del hemiciclo en silencio.

El discurso entusiasmó a Vox, tanto que Santiago Abascal se acercó al escaño de Contreras para felicitarle. La derecha no apoyó la iniciativa porque denuncian que echa por tierra el espíritu de la Transición, mientras que para ERC no hace lo suficiente por hacer lo contrario. A juicio de la republicana Telechea, la ley consagra el cambio a un régimen “legalizó el fascismo en lugar de derrotarlo”.

Para su grupo la ley “continúa quedándose muy lejos de una reparación justa a las víctimas y el reconocimiento de lo que fue una ignominia”, y ha advertido de que la abstención de ERC no debe confundirse con un “voto de confianza”, sino que debe ser interpretado como una señal de protesta, pese a haber reconocido que el texto aprobado es “mucho mejor” que el que se aprobó en el Consejo de Ministros en octubre. @mundiario

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