Las relaciones entre Marruecos y España atraviesan una etapa muy positiva
Entre Marruecos y España existen muchos elementos en común, entre ellos los lazos de historia -el protectorado ejercido por España sobre la zona norte de Marruecos hasta 1956- y el factor lingüístico. La extensión del español por el norte marroquí tuvo lugar debido a los tiempos de la colonización pero también por la recepción de los canales de televisión española en la actualidad. Además, influyen las relaciones fronterizas que la región norteña de Marruecos tiene con las ciudades de Ceuta y Melilla.
En el pasado, las relaciones entre España y Marruecos han estado supeditadas a lo que parece una larga historia de desencuentros permanentes y continuos malentendidos, sin aprovechar los beneficios económicos que la cercanía geográfica y la complementariedad de sus economías ofrecían a ambos países. Sin embargo, en los últimos años, España y Marruecos han tomado conciencia de las enormes posibilidades y oportunidades de desarrollar negocios juntos, tanto en materia comercial como de inversión directa, convirtiéndose actualmente en socios privilegiados con unas relaciones económicas crecientes y estratégicas.
Las relaciones bilaterales entre Marruecos y España atraviesan una etapa muy favorable, una vez superadas las tensiones políticas desencadenadas tras el conflicto de la isla Perejil y la retirada de los respectivos embajadores.
Los dos gobiernos han entendido finalmente que es la hora de unir fuerzas. Ambos han determinado su voluntad de desarrollar conjuntamente relaciones preferenciales sobre bases sólidas y organizadas y elevarlas al rango privilegiado de una asociación estratégica en todos los ámbitos.