A debate: ¿Pretenden ser las FARC la futura Batasuna de Colombia?

El segundo punto de la agenda preestablecida en el proceso de las FARC con el Estado colombiano está dando mucho de qué hablar porque se está negociando el "cambio de armas por urnas".
A debate: ¿Pretenden ser las FARC la futura Batasuna de Colombia?

El segundo punto de la agenda preestablecida en el proceso de las FARC con el Estado colombiano está dando mucho de qué hablar en todo el mundo porque como dice el portavoz del Gobierno en la mesa de negociaciones, Humberto De la Calle, se está negociando el "cambio de armas por urnas". Se debe tener en cuenta que no es fácil conseguir una aceptación por parte de la sociedad cuando se han cometido delitos de lesa humanidad, si las FARC desean ser un movimiento político "deben enfrentar el problema de las víctimas acogiendo mecanismos de reparación y así merecer la participación política".

Esta situación que vive Colombia recuerda el proceso ocurrido en España con la organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA), muchos colombianos y colombianas que conocen el proceso a fondo se preguntan, ¿será que las FARC conseguirán ser la próxima Batasuna de Colombia?

A pesar de las voces a favor y en contra del proceso iniciado por Juan Manuel Santos, lo cierto es que conseguir el primer acuerdo sobre el sistema agrario el pasado 26 de mayo, ha generado un respaldo internacional. Así es como la UE a través de la vicesecretaria general del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE),  Helga Schmid, ha dicho en una reunión con el ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón que "el apoyo de la UE al gobierno Colombiano es total para que busque una solución negociada en el conflicto armado que tiene lugar desde hace décadas".

El problema surge cuando las FARC exponen que aunque se firme la paz no dejarán las armas, es decir, el armamento de guerra, incluyendo una cláusula, "sí podemos buscar la manera de que esas armas dejen de ser empleadas para la guerra". A esta afirmación, el presidente respondió claramente "si la guerrilla no entrega las armas, ¿para qué estamos conversando […] las Farc deben dejar de pedir lo imposible porque no se les va a conceder", puntualizando que "queremos llegar rápido a un acuerdo y terminar lo más rápido posible con este conflicto, pero para eso no podemos bajar la guardia".

Ahora que se reanudaron las conversaciones en La Habana, el pasado 1 de julio, De la Calle dejó claro que "nunca más, política y armas juntas. Nunca más combinación de todas las formas de lucha", ante esta frase el pueblo colombiano y la comunidad internacional solo trabajan con su voz para que las FARC y el Gobierno consigan darle un estatuto a esta 'profética' afirmación.

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