Gonzalo Caballero está llamado a liderar su partido y a ser alternativa en Galicia

Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero. / RR SS
Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero. / RR SS

La ciudad de A Coruña es un tradicional feudo socialista, ahora gobernado por la Marea Atlántica, cuyo futuro va a depender de qué tipo de apuesta electoral haga el PSdeG - PSOE bajo la dirección de Gonzalo Caballero.

Gonzalo Caballero está llamado a liderar su partido y a ser alternativa en Galicia

Dos años después de la dimisión de José Ramón Gómez Besteiro, forzado por su situación procesal, el socialismo gallego ha culminado un tenso proceso de renovación de todas sus estructuras. La foto final del PSdeG - PSOE revela una organización basada en tres bloques, donde las lealtades personales pueden ser una amenaza para los proyectos políticos, a sabiendas de que Gonzalo Caballero –ganador de las primarias internas– está llamado a liderar su partido y a ser alternativa en Galicia. Ahora tienen que dejarle...

De un lado está el bloque emergente, pilotado por quien es el máximo dirigente de su organización, Gonzalo Caballero. Cuenta con el respaldo mayoritario de la provincia de Ourense, así como de las ciudades de Pontevedra y A Coruña. Su principal desafío es llegar a las elecciones autonómicas como candidato, lo que exige previamente mantener resultados aceptables en las elecciones municipales y recuperar voto urbano. Del mismo modo, el aval que recibió de la militancia se supone que debe ser suficiente para obtener el reconocimiento de los otros dos bloques.

Un segundo bloque influyente está liderado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, respaldado mayoritariamente en su provincia. Su objetivo es mantener la alcaldía de Vigo, la Diputación de Pontevedra y la presidencia de la FEMP, logrando así una plataforma política visible en Galicia y en España. Todo parece indicar que este bloque defenderá sus intereses sin resultar incompatible con los progresos de Gonzalo Caballero en la política autonómica. No es una mera anécdota que Abel Caballero, tío de Gonzalo Caballero, fuese el presentador del líder del PSdeG - PSOE en un acto reciente donde ambos quisieron dejar atrás sus antiguas diferencias internas.

Valentín Formoso, en su condición de presidente de la Diputación coruñesa, pretende ser el referente de un tercer bloque de poder interno, respaldado por parte de la provincia de Lugo y algunas áreas rurales o vilegas de la provincia coruñesa, donde los socialistas de las tres ciudades (A Coruña, Santiago y Ferrol) tienen un estilo diferente. Este segundo bloque intenta basarse en el control de las respectivas diputaciones provinciales, instituciones que en un eventual programa de gobierno de Pedro Sánchez tenderían a desaparecer o a descafeinarse. En el entorno de Valentín Formoso –no tanto el interesado, consciente de su realidad–, hay quienes pretenden presentarlo como posible candidato a primarias de cara a las elecciones gallegas, para lo que necesitaría mantener su actual cuota de poder institucional. Éste lo utiliza en buena medida para una política clientelar, que intenta copiar la del PP, incluso en su relación con los medios de comunicación subvencionados.  

A las elecciones municipales responden los movimientos de las bases socialistas en las ciudades de la provincia coruñesa que se han sustraído al poder provincial de Valentín Formoso. Santiago y Ferrol quedaron bajo la dirección de Xosé Sánchez Bugallo y Beatriz Sestayo, respectivamente, quienes sopesan presentarse de nuevo a las alcaldías. Y la capital coruñesa dio lugar a un pacto entre los caballeristas, minoritarios, y los barconistas –de Mar Barcón–, todavía hegemónicos, unidos ambos frente a los intereses de Valentín Formoso. En la nueva dirección coruñesa figuran ya los posibles candidatos a la alcaldía de cada facción: Rafael Arangüena –primo del número dos del PSdeG-PSOE, Pablo Arangüena– y José Manuel García, actual portavoz municipal.

Para la alcaldía de A Coruña, otras opciones, más transversales, serían las de Fernando González Laxe o José Luis Méndez Romeu, ajenos a las luchas internas y con trayectorias políticas de altos vuelos, tanto en Galicia como en España. Tanto es así que el PP teme más sus eventuales candidaturas que las de otros candidatos socialistas menos conocidos, pero no parece probable que González Laxe o Méndez Romeu vayan a estar inmersos en luchas internas. También inquietaría al PP una candidatura del diputado coruñés Juan Díaz Villoslada, pese a perder las primarias frente a Gonzalo Caballero.

La ciudad de A Coruña es un tradicional feudo socialista, ahora gobernado por la Marea Atlántica, cuyo futuro va a depender de qué tipo de apuesta electoral haga el PSdeG - PSOE. De hecho, la ambigua y contradictoria relación de los socialistas gallegos con las Mareas no ha sido despejada en el proceso interno que ha terminado.

De puertas adentro, los tres bloques del PSdeG - PSOE mantienen entre si una relación "ni de agresión ni de cooperación", con la mirada puesta en las elecciones municipales, que determinarán el peso de cada tendencia. Mientras, la articulación de un proyecto político para el país gallego queda en un segundo plano, si bien se irán dando pasos en la esfera ideológica y estratégica a través de una fundación en la que estarán los expresidentes Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño.

Cuando Gonzalo Caballero sea portavoz parlamentario, su peso político y su altura intelectual marcarán un antes y un después para la comodidad en que está instalado Alberto Núñez Feijóo

En el día a día, la política gallega seguirá careciendo en el Parlamento de Galicia de una alternativa socialista fuerte, probablemente hasta después de las elecciones municipales. Gonzalo Caballero, profesor en la Universidad de Vigo, sigue estando fuera de la cámara autonómica y no parece tener prisa por entrar, para lo cual le bastaría correr un puesto en la lista de Pontevedra. Cuando decida ser diputado y líder de los suyos también en el Parlamento, su peso político y su altura intelectual marcarán un antes y un después para la comodidad en que está instalado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, del PP. Todo ello, obviamente, si éste no da antes el paso de abandonar el Gobierno gallego y jugar un papel relevante en la política española, una vez eclipsado Mariano Rajoy.

Por otra parte, el liderazgo de Pedro Sánchez al frente del PSOE no estaría produciendo resultados electorales todavía, según las encuestas más recientes. Aparentemente, el partido de la gobernación de España y de Galicia se juega entre las fuerzas de la derecha, PP y Ciudadanos. Pero aún queda mucho tiempo para el final del partido. @mundiario

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