La joven democracia española nunca vivió una situación tan decadente

Luces en la oscuridad.
En España, las formaciones políticas más votadas, incluidos los nacionalistas de CiU, llevan ya asociada la mancha de la corrupción.
La joven democracia española nunca vivió una situación tan decadente

 España, un país inmerso en la crisis y en la corrupción.

Nunca en la historia de la joven democracia española se dio una situación tan decadente como la presente con las más altas magistraturas del Estado bajo sospecha por corrupción y un país cada vez más empobrecido económicamente. De poner al Rey y a la familia en tela de juicio se está encargando el ex socio de Urdangarín que va dosificando los correos electrónicos comprometidos, en una acción de chantaje sin paliativos, ya que lo que pretende no es precisamente denunciar y contribuir a la purga y limpieza de las instituciones, sino vengarse de la maniobra que le hizo el yerno de Juan Carlos I que lo responsabilizó de los "negocietes" que ambos se traían entre manos. De envolver al Gobierno en un clima de corrupción que no hay por donde cogerlo, se ocupó el antiguo tesorero y senador Luis Bárcenas al que se le descubrió con una cantidad de dinero (22 millones) exorbitante en Suiza y está imputado en la trama Gurtel. Cabe suponer que al verse en peligro -otra vendetta- haya puesto el ventilador en marcha, aunque este no sea un dato probado todavía porque él niega todo. Pero a ver si no es así como han llegado las copias de su manuscrito personal a El País que con buen criterio ha decidido darlos a conocer.

El País y El Mundo

Los medios, principalmente los impresos, El Mundo y El País, con todas las matizaciones que se quieran aportar, están siendo, una vez más, decisivos en la investigación y destape de una supuesta trama que pone en evidencia a la Monarquía y al Ejecutivo. Hasta el embajador de EEUU ha emplazado a las autoridades españolas a resolver la situación de manera "agresiva" y a toda prisa. Los periódicos extranjeros se recrean informativamente con titulares y opiniones que dejan muy mal parado lo que ha dado en llamarse la marca España, lo que agrava la imagen ante los socios europeos cuando precisamente más necesitábamos cuidarla, sobre todo ante los mercados e inversores extranjeros. Pone la piel de gallina pensar que los espacios más vistos de televisión se ocupan de ayudar a resolver casos de extrema necesidad en los que han caído familias normales por razón del paro (seis millones) y de la actuación de los bancos con miles de clientes bajo hipoteca y los consabidos procesos de desahucios. Y, por otro lado, quienes más postulan la transparencia y la honestidad en el ejercicio de la política aparecen ahora involucrados en una operación sin precedentes.

Laberinto

Y lo que es tan grave, las formaciones políticas más votadas, incluidas la catalana de CIU, llevan la mancha de la corrupción asociada con lo que las acciones que pudieran emprender nacerían sin credibilidad alguna. En suma, el país está metido en un laberinto del que no se sale si no es con la modificación de la ley electoral para dar paso a las listas abiertas y revisión de la ley de transparencia aplicable a partidos e instituciones, proceso al que debe de seguir una cita en las urnas, todo ello para evitar estos "trapicheos" en virtud de los cuales unos amasan el dinero y otros se hunden en la desesperación.

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