La guerra civil siria no se reduce a quienes se oponen a la dictadura de Al Asad

Edificio destruido por la guerra en Siria.
Edificio destruido por la guerra en Siria.
Oriente Medio se precipita hacia el conflicto generalizado y larva guerras civiles que acaban siendo expresión de conflictos sectarios seculares. Un nuevo análisis de Nasama Ali para MUNDIARIO.
La guerra civil siria no se reduce a quienes se oponen a la dictadura de Al Asad

Las agencias nos informan sobre sucesos preocupantes en Oriente Medio, pues Líbano y Jordania se hallan cada vez más envueltos en el pesado manto plomizo de la guerra civil siria.

Comenzó la perturbación por mandato iraní, con la implicación de los Guardianes de la Revolución iraníes y Hizbolá, la organización terrorista que mantiene desde hace años una organización paramilitar con armamento pesado y continúa, si bien limitada, con la actuación del propio ejército sirio en territorio jordano, culminando con la acción del libanés en la ciudad de Sidón contra los hombres armados del ejército privado del jeque salafista El Asir, de tendencia suní.

Observamos que el conflicto va presentando con el discurrir de los acontecimientos una mayor fragmentación sectaria y su consecuencia, la proliferación de frentes, donde distintas facciones se enfrentan en contextos urbanos.

La guerra civil siria no es simplemente el enfrentamiento entre quienes se oponen a la dictadura de Al Asad, sino la constatación al mismo tiempo de los seculares enfrentamientos entre las distintas corrientes musulmanas con el añadido del pulso ya explícito entre Irán y sus aliados, por un lado, y Arabia Saudí y los suyos, por el otro.

Varios conflictos solapados entre sí en una región de gran complejidad geopolítica asombran a quienes vemos a EE UU intervenir por delegación en sus propios aliados de la zona. La UE ni está, ni se le espera.

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