Keiko Fujimori finalmente da la cara públicamente y reconoce su derrota

Keiko Fujimori y sus diputados. / elpais.com
Keiko Fujimori y sus diputados. / elpais.com

La candidata populista por fin se resignó ante la victoria ya oficializada de Pedro Pablo Kuczynski, a quien también advirtió de que será su más ferviente opositora. 

Keiko Fujimori finalmente da la cara públicamente y reconoce su derrota

Un día después de que las autoridades electorales decretaran a Pedro Pablo Kuczynski como el vencedor de las elecciones del 5 de junio pasado, Keiko Fujimori ha roto sus votos de silencio y ha expresado que reconoce formalmente su derrota en las urnas. Eso sí, lo hizo sin desprenderse totalmente de su orgullo, pues recordó que no se han contabilizado el 100% de las boletas, dato confirmado por la oficina electoral que reconoció que habían sido revisadas nada más que el 95.96% de votos, pero que la distancia entre los dos candidatos ya era insalvable. 

"Aun cuando los resultados sean confusos, Fuerza Popular ha recibido el encargo de ser oposición, rol que vamos a cumplir con firmeza", manifestó la líder del partido Fuerza Popular (FP).La seguridad con la que le envió la advertencia a Kuczynski no carece de fundamentos, pues su partido controlará el Organismo Legislativo con nada menos que 73 diputados, los cuales la acompañaron para este pronunciamiento, contra los apenas 18 que logró el partido Peruanos Por el Kambio (PPK) del nuevo jefe de Estado.

"Le deseamos mucha suerte al señor Kuczynski y sus aliados de campaña, que estoy segura sabrán mantenerse como aliados de gobierno en los próximos cinco años", añadió Fujimori tan sólo horas después de que su contrincante anunciara que ya está confirmando a quiénes serán sus ministros. Los dos primeros nombres que compartió fueron el de Alfredo Thorne, quien se encargará de la cartera de Economía, y que se encuentra en negociaciones con el actual ministro de Educación, Jaime Saavedera, para que continúe en el cargo. 

El futuro de Fujimori, y el movimiento en el que gira su familia, denominado como fujimorismo, no tiene un futuro cierto, aunque sí invita al optimismo. "El fujimorismo queda muy fortalecido en dos sentidos: tiene la llave de la gobernabilidad, pero enfrenta el dilema de cómo usar su fuerza. Hay, ya, la represalia, pronto se hará oír alguna voz más táctica proclive a la negociación aunque poniendo un precio alto", comentó el analista Felix Reátegui.

En las últimas semanas en Perú se desplazaron multitudinarias manifestaciones en contra de Fujimori, hija del autócrata Alberto Fujimori, quien renunció a la presidencia hace 15 años tras haber escapado a Japón, de donde su familia es originaria. Los peruanos, incluidos artistas y líderes de opinión, se habían manifestado en contra de que su país volviera a quedar en manos del fujimorismo, pues se quejaban de que eso arrastraría al país a la mediocridad. Fue tal el movimiento de desprecio a la familia de origen japonés, que el propio Kuczynski, según fuentes cercanas a él, confiaba en el mismo para vencer sobre la campana a Keiko, como terminó pasando. 

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