Kabul entierra a sus muertos después de la explosión en medio de la incertidumbre

El cráter que dejó la explosión. / RRSS
El cráter que dejó la explosión. / RRSS

Un día después de una explosión suicida que dejó al menos 90 muertos, los residentes de Kabul están contando el costo de otro ataque brutal en su ciudad.

Kabul entierra a sus muertos después de la explosión en medio de la incertidumbre

El bombardeo, que golpeó el barrio diplomático de Kabul durante la hora pico del miércoles por la mañana, llegó apenas unos días antes del Ramadán, una época en que las familias musulmanas se unen para observar el mes sagrado. Ahora, los familiares lo pasarán enterrando a los muertos y atendiendo las heridas de las 461 personas que las sufrieron. 

La mayoría de los heridos causados fueron llevados a los tres principales hospitales de la ciudad, donde las salas de emergencia permanecen repletas de personas que quedaron atrapadas en la explosión masiva. Los hospitales enviaron cientos de llamadas urgentes para obtener sangre que permita tratar a muchas personas con lesiones críticas. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque, que vio un camión de aguas residuales lleno de explosivos detonados en una de las calles más transitadas de la ciudad.

El jueves por la mañana, las fuerzas de seguridad afganas habían acordonado las calles a cientos de metros del lugar, y los trabajadores estaban muy ocupados llenando el cráter que dejó la explosión. Mientras tanto, el denso tráfico alrededor de la zona segura había vuelto a su habitual estado de gruñido. Justo alrededor del sitio de la explosión, las estructuras dañadas eran visibles con sus ventanas destruidas y puertas maltrechas.

Un oficial afgano en la escena dijo que los equipos forenses alemanes y estadounidenses estaban en la escena reuniendo evidencia. Cerca de un puesto de control de seguridad, alrededor de 40 manifestantes se aprestaron a corear consignas anti-ISIS y pidieron la "muerte" de los talibanes.

El Servicio de Inteligencia de Afganistán, la Dirección Nacional de Seguridad, emitió una declaración atribuyendo la culpa a la Red Haqqani, un grupo afiliado al Talibán en Pakistán. Alegó que el grupo había recibido ayuda de ISI, el servicio de inteligencia paquistaní. La tensión se mantiene y las respuestas no llegan.

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