La Justicia da un revés a Iván Duque en sus reformas al proceso de Paz

Iván Duque, presidente de Colombia. / Twitter
Iván Duque, presidente de Colombia. / Twitter

La Corte Constitucional rebota las seis modificaciones que el presidente de Colombia había propuesto para los acuerdos firmados en 2017, incluida la no extradición de Jesús Santrich.

La Justicia da un revés a Iván Duque en sus reformas al proceso de Paz

La Corte Constitucional ha dado oficialmente de baja a la reforma de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que el presidente Iván Duque había promovido desde marzo. Así las cosas, el presidente de Colombia tendrá que ratificar sí o sí la ley estatutaria del tribunal que juzgará los crímenes más fuertes cometidos durante el conflicto armado, toda vez esta decisión del tribunal deja en nada los cambios y objeciones que había hecho el mandatario. A este revés se une la puesta en libertad de Jesús Santrich, un antiguo líder de las FARC, quien salió de prisión tras una orden de la Corte Suprema.

La Corte ha dictaminado que las votaciones realizadas en el Organismo Legislativo ya habían dado largas al proyecto presidencial. Entonces, Duque acudió a la Constitucional como último recurso para evitar su derrota. Los diputados de la Cámara de Representantes rechazaron esa revisión en una votación de 110 a 44 votos. Lo mismo pasó en el Senado, con 47 votos en contra. Así las cosas, la resolución presentada por la Corte es una impugnación al criterio del mandatario sobre el jefe de los acuerdos de paz que el Estado y las FARC cerraron en 2016.

Duque compareció tras conocer la resolución en un tono evidentemente decepcionado pero acatando el dictamen. "El Congreso tuvo el debate y fueron no aceptadas en la Cámara y aceptadas en el Senado según la interpretación numérica, pero al quedar la duda también dije que me sometería al veredicto de la Corte Constitucional. Hoy lo puedo decir con la frente en alto: la decisión que toma la Corte Constitucional la acato como colombiano y defensor de la legalidad, pero nunca dejaré de defender los principios que han motivado al pueblo colombiano para que tengamos una paz con justicia, una paz en la que todos creamos y así seguiré procediendo todos los días de mi vida", explicó.

Este emprendimiento tenía como principal bastón al partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe. La reforma, pese al apoyo de ciertos personajes importantes de la política colombiana como el propio Uribe o el otrora fiscal general Néstor Humberto Martínez, no terminó haciendo sino abrir más la zanja política en torno al proceso de paz. Pese a que Duque quería solamente modificar algunas normas ya examinadas de cualquier forma por la Corte Constitucional, al final terminaba arrastrando consecuencias a la esencia del tratado pues le ponía asteriscos al ejercicio de la justicia para la paz. Aquel sistema fue creado con la misión elemental de aplicar "justicia restaurativa", según su presidenta Patricia Linares, y para promover una transición que llegó tras más de 50 años armas, 250.000 muertos y hasta ocho millones de víctimas en total, calcula El País.

La idea era modificar ligeramente los incisos que resarcían a las víctimas; la capacidad de verificación del alto comisionado para la paz respecto a cualquiera que se hiciera parte del sistema creado para la transición; la relación con la justicia ordinaria; delitos de lesa humanidad; condiciones de ofrecimiento de la verdad; y la extradición, prosigue el mismo diario. La extradición era probablemente el tema más delicado por sus efectos colaterales en los equilibrios, los cuales eran cada vez más débiles, en la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, el partido político que se engendró desde las FARC, que cuenta con cinco diputados y cinco senadores.

El miércoles mismo la Corte Suprema de Justicia ordenó la puesta en liberad de Jesús Santrich, exjefe de la guerrilla, quien había sido detenido y reclamado en extradición por Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico. Los magistrados determinaron que de ser juzgado, deberá serlo bajo la condición de aforado ya que es un miembro de la Cámara Baja pese a que nunca tomó posesión oficialmente. El presidente del país acató la orden como parte del respeto a la separación de poderes, pero sí dejó claro su malestar porque un crimen de narcotráfico quedara impune. "No podemos dejar de llamar a las cosas por su nombre. Alias Jesús Santrich es un mafioso y las evidencias que conoce el país son las de un mafioso que estaba negociando el envío de un cargamento de cocaína", explicó. @mundiario

Comentarios