El precio de jugar a ser más facha que Abascal

Caricaturas de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Santiago Abascal. / Mundiario
Caricaturas de Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Santiago Abascal. / Mundiario

El responsable del hundimiento del PP, el que se empeñó en parecer lo que es, un oportunista a la sopa boba y el título venal, ahora, de pronto, asegura que es de centro.

El precio de jugar a ser más facha que Abascal

Yo no jugaría una partida de ajedrez con alguien que asegura abiertamente que no respetará las reglas del juego. A los tramposos, de muy antiguo, se les prohíbe entrar en las salas de juego. Sin embargo, la democracia es tan demócrata que no solo los deja entrar, sino que sienta a fuleros en las dependencias donde se emiten las propias reglas. Por esta razón la democracia es un sistema tan débil. Será cuestión de más o menos tiempo, pero el color que toman las cosas...

Estos días un partido minoritario exige que se intervengan los procesos de escrutinio de las Elecciones Generales acusando a las instituciones del Estado de fraude electoral. La acusación, como suelen hacer ellos, no se apoya en una sola prueba objetiva. Entendamos que no hablan de errores sino de manipulación del juego.  ¿Qué piensa el tramposo? ¿Qué hace el tramposo? Pues en estas nos tienen.

En el colmo del ridículo algunos de sus líderes asegura que el pucherazo es evidente porque en España no hay tantos rojos y tan pocos fachas. Lo dicen ellos que conocen por revelación divina la voluntad del pueblo español. No sé, quizá un ángel o quizá dos cubatas más de la cuenta. Pero no creo que les ciegue la soberbia. Eso de considerarse ganadores de las Españas por sus cojones es más postureo, pienso barato para dar de comer a la tropa de remplazo, la carne de cañón que va a aplaudirles a las plazas con la mejor voluntad del mundo mientras ellos viven de los chiringuitos de Esperanza Aguirre o de las transferencias de yihadistas iraníes. El dinero no tiene ideología. Tampoco dignidad.

Más bien se trata de otra maniobra cutre para salir en los telediarios y dirigir la agenda mediática. Hay que reconocer que Steve Bannon los entrena bastante bien en esto de la comedia. Porque conseguir lo consiguen. Estamos todo el día pendiente de la  última burrada. Siempre se superan.

Solo las tonterías de Pablo Casado despistan un poco el foco de atención. El responsable del hundimiento del PP, el que se empeñó en parecer lo que es, un oportunista a la sopa boba y el título venal, ahora, de pronto, asegura que es de centro. Eso de pasar por la megaultraderecha a los fascistas no le salió bien. No entendió que más allá de la derecha democrática no hay nada, solo la muerte y desolación de las cunetas. España no quiere volver a jugar al horror.  

No veo yo a un tipo de centro acusar al Presidente del Gobierno de ser el mayor traidor de la historia. Tampoco los 19 insultos de aquel sprint de la barbarie parecen muy demócratas. La naturaleza de Casado es la de un títere de trapo. Se adapta a quien maneje los hilos. Aznar le dijo que España es fascista y que había que ganarle a los verde marujito en su terreno. Pablo hizo su papel. Ahora el de las Azores se está tragando un pedazo de roscón como el de Reyes, pero sin premio. O con premio. No sé.

Y venga, que ahora toca centro y borra lo dicho, Pedro, que lo de ególatra, mentiroso, desleal, traidor, ocupa, incapaz, mediocre y felón solo era una broma, que los rojos de mierda os lo tomáis todo al pie de la letra, so cabrones.

El espectáculo de las tres derechas solo es comparable a un circo, un circo con tres pistas, claro. Y se les va de las manos. La división comienza. Ya hemos visto incluso a los peperos atacar a Casado. La agresiva Cayetana tardó poco en irle a la yugular. En los mentideros suena su nombre como nueva marioneta de Aznar. Este hombre no soltará el PP tan fácilmente. La mayor derrota de la derecha no le llega. Dios lo hundió  para mostrarle el camino de la perseverancia. Tampoco quiere soltar su idea de cargarse la democracia crispando la sociedad y radicalizando aún más a los españoles. Siempre sirviendo en su beneficio a poderes extranjeros que comprenden nuestro país como mera oportunidad de  negocio. Aznar, el muy español que vende España al mejor postor, juega con pólvora porque es intocable. En cualquier juego il consiglieri se lleva las mejores bazas. Es el gran tramposo entre los tramposos. @mundiario

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