José Manuel Albares, una política exterior española para el siglo XXI

El diplomático Jose Manuel Albares y el presidente Pedro Sánchez en un viaje oficial.
El diplomático Jose Manuel Albares y el presidente Pedro Sánchez en un viaje oficial.
En junio de 2018 al producirse la llegada al Palacio de La Moncloa de Pedro Sánchez existía un amplio consenso en que una de las prioridades del nuevo gobierno debía ser reestablecer el peso de España en la Comunidad Internacional.
José Manuel Albares, una política exterior española para el siglo XXI
El diplomático de carrera José Manuel Albares ha sido designado como nuevo embajador de España en París. Este merecido nombramiento viene a ser un reconocimiento, como expresó el Palacio de La Moncloa al informar de su designación, a la intensa y fructífera labor desarrollada por el joven diplomático español como Secretario General de Asuntos Exteriores, Seguridad Global, G-20 y UE de la Presidencia del Gobierno. En junio de 2018 al producirse la llegada al Palacio de La Moncloa del presidente Pedro Sánchez existía un amplio consenso en que una de las prioridades del nuevo gobierno debía ser reestablecer el peso de España en la Comunidad Internacional. Durante los años anteriores debido a diversas circunstancias, la crisis económica y la inestabilidad institucional entre otras, España había ido perdiendo progresivamente interlocución tanto con las capitales europeas como latinoamericanas. La relación con los Estados Unidos y otros actores relevantes en la escena internacional también adolecia de graves deficiencias. En los organismos multilaterales, en especial en Naciones Unidas y sus organismos adscritos los problemas y carencias eran similares.
 
José Manuel Albares, diplomático con amplia experiencia en complejas tareas en Europa, Latinoamérica y África, ha desarrollado desde junio de 2018 en estrecha colaboración con el presidente Pedro Sánchez y con el apoyo de un grupo de colaboradores de primer nivel, el diseño de una ambiciosa estrategia para recuperar la influencia de España en el seno de la Unión Europa así como nuestra interlocución privilegiada en Latinoamérica. Con este objetivo se restableció una relación de igual a igual con Berlín y Paris apostando por retornar a nuestra tradicional política exterior europeísta. España volvió a destacarse como uno de los países mas activos en la construcción europea y asumió el liderazgo con diversas iniciativas de alto calado impulsadas fundamentalmente con los gobiernos francés y alemán. Fruto de esta nueva acción exterior fue el gran éxito diplomático que supuso el nombramiento de Josep Borrell como Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Politica de Seguridad. Por primera vez en muchos años España volvía a estar en el núcleo central de las decisiones en Bruselas.
 
En Latinoamérica José Manuel Albares, con conocimiento directo de la región fruto de su estancia en la embajada española en Colombia, organizo una serie de visitas oficiales a las principales capitales para recuperar los espacios que España había ido abandonando en la ultima década. Ante la consolidada presencia de los Estados Unidos y la aparición de nuevos actores como China o Rusia la diplomacia española impulsada desde el Palacio de La Moncloa hizo valer tanto nuestros lazos históricos y culturales revitalizando foros como la Cumbre Iberoamericana como aposto por reforzar nuestra diplomacia económica dado que España es uno de los principales socios económicos de la región. Estas visitas a México, Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Cuba, Guatemala, Costa Rica y Republica Dominicana dieron como resultado que Madrid recuperase su papel de puente e interlocutor principal de Latinoamérica con la Unión Europea. Al mismo tiempo la economía española, básicamente exportadora, reforzó posiciones en la región y recibió noticias esperanzadoras con la firma del Acuerdo de Asociación Mercosur-UE y la apertura de contactos para la ampliación de los vigentes Acuerdos de Asociación y Libre Comercio con Centroamérica y México. En ambas cuestiones tanto el Parlamento Centroamericano como el Parlamento del Mercosur reconocieron y felicitaron públicamente en diversos foros internacionales y declaraciones institucionales el decisivo papel de España y del presidente Pedro Sánchez. Este acuerdo comercial con Mercosur que abre las puertas a las empresas españolas a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, unido al fortalecimiento de los acuerdos comerciales existentes con Centroamérica y México, es uno de los principales éxitos diplomáticos y económicos en la región en la ultima década para Madrid.
 
En los espacios multilaterales destacó la decidida acción del presidente Pedro Sánchez, con la colaboración de José Manuel Albares como su "sherpa" en las cruciales reuniones preparatorias y durante el desarrollo de las Cumbres, en las reuniones del G-20 en Japón y Argentina, donde España presento diversas propuestas abandonando su hasta entonces papel de mero espectador. En Naciones Unidas se estableció una sintonía nítida con el Secretario General, el ex primer ministro socialista portugués Antonio Guterres, que dio como resultado - entre otros logros - el nombramiento del prestigioso ex ministro español de asuntos exteriores Miguel Angel Moratinos como Alto Representante del Secretario General de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones.
 
Respecto a los Estados Unidos la relación se ha basado en el respeto y en mantener un cauce de dialogo sobre temas de interés común, en especial Latinoamérica y el Mediterráneo, pero preservando la autonomía de la política exterior española y la defensa de nuestros intereses, en especial los de nuestras empresas en EE UU, así como haciendo valer ante la Casa Blanca tanto la creciente comunidad de habla hispana en Estados Unidos como el cada vez mayor papel e influencia de España, la 12ª economía del planeta, en la escena internacional. Sin duda el legado de Jose Manuel Albares y su equipo de colaboradores y diplomáticos se valorara en el futuro como el paso de una España aislada en la escena internacional a una España que bajo el liderazgo del presidente Pedro Sánchez ha vuelto a ocupar un papel central, acorde a su historia y su peso político y económico como destacada potencia europea e iberoamericana, en la Comunidad Internacional.
 

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